Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
playa. Se me queda mirando con <strong>una</strong> sonrisa amplia, y entiendo que quiere darme<br />
las gracias por los pendientes que lleva puestos. Se da <strong>de</strong> repente la vuelta y, en<br />
su idioma, la llama. Kateryna es <strong>una</strong> chica rubia, con el pelo largo rizado, muy<br />
bajita, y lleva un vestido azul salpicado <strong>de</strong> pequeñas flores rojas, y un ancho<br />
cinturón <strong>de</strong> cuero azul que preten<strong>de</strong> aprisionar sus ca<strong>de</strong>ras, que sospecho<br />
<strong>de</strong>masiado redondas. Tiene unos ojos turquesa gigantescos, y la nariz pequeñita,<br />
digna <strong>de</strong> <strong>una</strong> japonesa. No sonríe <strong>de</strong>masiado, parece un cachorro asustado.<br />
Nos saludamos con un apretón <strong>de</strong> manos, muy frío, y otra vez empiezo a sentirme<br />
culpable. Yana la está animando a su manera y yo busco <strong>de</strong>sesperadamente la<br />
mirada <strong>de</strong> Boris para enten<strong>de</strong>r lo que está pasando. Yana se pone a hablar y<br />
hablar, y Kateryna le contesta con frases muy cortas. A mí me suena todo eso a<br />
chino, pero entiendo que la situación no parece gustarle mucho. Cuando Yana<br />
coge a Kateryna <strong>de</strong> la mano y entra con ella, casi corriendo, en la dacha por la<br />
terraza <strong>de</strong>l salón, las seguimos en fila india, obe<strong>de</strong>ciendo a esta pequeña princesa<br />
que se ha convertido <strong>de</strong> repente en el jefe <strong>de</strong> nuestra tribu. Yana empieza a volver<br />
la cabeza hacia todos los lados. Parece claro que está buscando algo. Boris está<br />
completamente hipnotizado por Yana y no reacciona. En cuanto a Kateryna, se<br />
encuentra incómoda y no sabe dón<strong>de</strong> meterse, hasta que traigo la botella <strong>de</strong><br />
vodka adivinando qué es lo que estaba buscando Yana. Ella y yo hemos<br />
establecido <strong>una</strong> especie <strong>de</strong> comunicación a través <strong>de</strong> los ojos. Kateryna salta<br />
literalmente encima <strong>de</strong> la botella, y bebe directamente <strong>de</strong> ella. Esta ingestión <strong>de</strong><br />
alcohol parece tener unos efectos inmediatos ya que empieza a bailar y Yana le<br />
sigue hablando, aprobando su actitud.<br />
—¿Qué le está diciendo? —le pregunto a Boris.<br />
Boris se sobresalta. Parece haber salido <strong>de</strong> un profundo sueño y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />
pensar un poco, me respon<strong>de</strong>:<br />
—Le está diciendo: «Te quiero, me quieres, y es lo único que importa. Piensa que<br />
te quiero, que nos queremos. Y todo saldrá bien».<br />
Esta noche hemos llenado el salón <strong>de</strong> velas y Giovanni empieza a encen<strong>de</strong>rlas,<br />
<strong>una</strong> por <strong>una</strong>, para crear un ambiente más íntimo. Es perfecto. El vestido <strong>de</strong><br />
Kateryna, a la luz <strong>de</strong> las velas, se transparenta y <strong>de</strong>ja entrever un cuerpo<br />
generoso <strong>de</strong> curvas. Yana empieza a <strong>de</strong>sabrochar los botones <strong>de</strong>l vestido <strong>de</strong><br />
Kateryna, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> balancearse suavemente.<br />
Giovanni, como <strong>de</strong> costumbre, está sentado en el viejo sofá, mirando con atención<br />
la escena y echándome <strong>de</strong> vez en cuando miradas para observar mi reacción. Me<br />
acerco y me siento a su lado. Me coge en sus brazos y me va dando un beso<br />
sobre la frente. Yana y Kateryna, mientras, se han fundido en un profundo beso,<br />
www.LeerLibrosOnline.net