12.05.2017 Views

Valerie Tasso. Diario de una ninfómana

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

El chófer sale <strong>de</strong>l coche y abre la puerta <strong>de</strong> atrás. Giovanni y yo contenemos el<br />

aliento. Y sale Ella, preciosa, con un vestido negro <strong>de</strong> noche y zapatos <strong>de</strong> tacón<br />

plateados. Tiene el pelo muy corto con el dibujo <strong>de</strong> <strong>una</strong> pequeña V en el cuello.<br />

Éste es tan fino, que mi mano podría ro<strong>de</strong>arlo. Las clavículas sobresalen y le dan<br />

el aire <strong>de</strong> <strong>una</strong> mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> pasarela, tesoro no <strong>de</strong>scubierto todavía, <strong>de</strong> un cuerpo<br />

apenas formado, con dos chinchetas en lugar <strong>de</strong> pechos que le pinchan el vestido<br />

y van dibujando <strong>una</strong> forma graciosísima. Es guapísima. Giovanni le tien<strong>de</strong> la mano<br />

y sin <strong>de</strong>cir nada, la escolta hasta la casa. Allí está Boris, nuestro traductor oficial,<br />

con su botella <strong>de</strong> vodka llenando su vaso compulsivamente como si estuviera a<br />

punto <strong>de</strong> pasar un examen. Giovanni le quiere hacer un regalo y ha hecho venir a<br />

<strong>una</strong> princesa.<br />

La Princesa entre las princesas se sienta en la mesa con Boris y, sin pedir<br />

permiso, empieza a beber vodka <strong>de</strong> su vaso. Giovanni y yo la observamos<br />

divertidos. Estoy alucinada <strong>de</strong> lo joven que parece, asi que le pregunto su edad<br />

para quitarme un peso <strong>de</strong> encima dando por hecho que tiene al menos la mayoría<br />

<strong>de</strong> edad. Boris nos traduce.<br />

—Tiene dieciséis años —me dice él con <strong>una</strong> sonrisa infantil.<br />

Casi me caigo para atrás. Giovanni se queda perplejo. Me siento <strong>de</strong> repente<br />

cómplice <strong>de</strong> un crimen, <strong>de</strong> algo terrible que va a suce<strong>de</strong>r y no soporto esta i<strong>de</strong>a.<br />

Le pido a Giovanni que por favor la man<strong>de</strong> para su casa, que yo no puedo<br />

consentir que le pase algo a esa niña. Le ruego, le suplico, le pido <strong>de</strong> rodillas.<br />

Giovanni está <strong>de</strong> acuerdo, pero también me explica que quizá ella se siente bien.<br />

Es mejor para ella estar con nosotros que la vamos a tratar muy bien, que con un<br />

<strong>de</strong>sgraciado sádico dispuesto a cualquier cosa. Con o sin nosotros, ella va a<br />

seguir haciendo eso. Se la ve a gusto. Así que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> preguntarle si quiere<br />

irse pagándola igualmente, la princesa <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> quedarse y yo me paso un rato<br />

observándola, viéndome reflejada en esta niña.<br />

Miro cómo se mueve, cómo se ríe. Lleva en el tobillo <strong>de</strong>recho <strong>una</strong> pequeña<br />

pulsera con campanillas que se agitan cada vez que se mueve, y que emiten<br />

pequeños ruidos exóticos en toda la sala <strong>de</strong> estar <strong>de</strong> la dacha.<br />

El radiocasete está haciendo un ruido tremendo, pero ella se sigue moviendo<br />

suavemente, lánguida, encima <strong>de</strong> la mesa. Boris tiene el vaso en la mano y se ha<br />

colocado a unos dos metros <strong>de</strong> ella, mirándola fijamente. Giovanni y yo estamos<br />

observando el espectáculo, acostados en un sofá <strong>de</strong>masiado viejo, lleno <strong>de</strong><br />

manchas sospechosas y pequeños agujeros <strong>de</strong> quemaduras <strong>de</strong> cigarro, pruebas<br />

<strong>de</strong> bacanales nocturnas anteriores. Yana empieza a <strong>de</strong>sabrocharse el vestido, y<br />

siento que me ruborizo. Es su sonrisa limpia, sincera, lo que en este contexto me<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!