12.05.2017 Views

Valerie Tasso. Diario de una ninfómana

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

horas al día, por <strong>una</strong> miseria <strong>de</strong> sueldo. Cuando cursaba mis estudios <strong>de</strong><br />

Empresariales en la universidad, muchos compañeros se mataban trabajando <strong>de</strong><br />

camareros para po<strong>de</strong>r vivir dignamente y seguir estudiando. Yo, en cambio, había<br />

recibido <strong>una</strong> Beca <strong>de</strong> Honor a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la ayuda económica que me pasaban mis<br />

padres cada mes.<br />

Cuando me cansé <strong>de</strong> vivir como <strong>una</strong> rata <strong>de</strong> cloaca en la pensión, empecé a salir<br />

a la calle, eso sí, pocas veces, y me a<strong>de</strong>ntraba en el mundo real bajando las<br />

escaleras. Nunca cogía el ascensor porque me provocaba claustrofobia en aquella<br />

época, con sus pare<strong>de</strong>s revestidas <strong>de</strong> moqueta rosa. Temía quedarme encerrada<br />

sin po<strong>de</strong>r respirar, y verme absorbida por esas pare<strong>de</strong>s color chicle, haciendo<br />

círculos con mis brazos para <strong>de</strong>shacerme <strong>de</strong> esa masa viscosa que me mantenía<br />

secuestrada.<br />

Al final logré el propósito que me había fijado justo <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi ruptura. Maté a<br />

<strong>una</strong> persona. Maté a la persona formal, estudiosa, ambiciosa, que estaba <strong>de</strong>ntro<br />

<strong>de</strong> mí. La maté porque sabía instintivamente que, al hacer eso, iba a liberar a otra,<br />

mucho más humana, más sensible aún, y con más curiosidad por la vida.<br />

Siempre hay <strong>una</strong> primera vez<br />

1 <strong>de</strong> septiembre <strong>de</strong> 1999<br />

El primer contacto que he tenido con la casa ha sido a causa <strong>de</strong> un último arrebato<br />

<strong>de</strong> supervivencia o auto<strong>de</strong>strucción, <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> cómo se mire. No lo sé con<br />

exactitud, pero entiendo que siempre ten<strong>de</strong>mos hacia la vida. Así que prefiero<br />

pensar en la primera opción. Lo que me encontré allí estaba muy lejos <strong>de</strong> la<br />

imagen glamurosa que tenía en mente. Las chicas resultaron ser pequeñas<br />

cenicientas, pero nunca perdían zapatos <strong>de</strong> cristal, sino <strong>una</strong> parte <strong>de</strong> sí mismas.<br />

La inocencia <strong>de</strong> alg<strong>una</strong>s contrastaba con su manera <strong>de</strong> hacer el amor con los<br />

clientes y estos anacronismos físicos me <strong>de</strong>jaban alucinada.<br />

Yo era <strong>una</strong> <strong>de</strong> las más «viejas» y sabía lo que estaba haciendo. Muchas venían<br />

aquí para ganar mucho dinero, no por necesidad, sino porque eran alérgicas a la<br />

pobreza y pensaban que la felicidad sólo se pue<strong>de</strong> encontrar en un billete <strong>de</strong><br />

banco. Yo buscaba cariño ante todo, y revalorizarme como mujer, pero en el<br />

fondo, teníamos el mismo propósito: amar.<br />

www.LeerLibrosOnline.net

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!