REVISTA MUNDO PLURAL NRO 9

¨ Vacuna contra la risa o como hacer mas
previsibles las relaciones humanas¨
Ante la concepción de una vacuna pronta a ser lanzada al mercado de la salud, revolucionando
la cultura y las relaciones personales en todos los ámbitos. Para entender un
poco el porque de esta necesidad podemos decir que lograra cambiar el mundo tal
cual lo conocemos.
Entendamos este fenómeno cultural, espontaneo, hermoso pronto a desaparecer,
damos a conocer ciertas concordancias y divergencias en su uso a través de los tiempos.
En cualquier cultura la risa queda condicionada por normas, sobre como y cuando
según valores y significados de la sociedad. La risa es un signo elemental e inequívoco
de lo sagrado de la vida ante el mundo del trabajo, la discordia o la racionalidad profana,
las culturas del planeta conceden en mayor o menor medida, un espacio a este
rasgo fundamental en la vida. Ya el antiguo testamento se establecía una diferencia
entre las formas de risa, en hebreo la diferencia ya queda dada en que son palabras
distintas ¨sakhaq¨ o risa feliz desenfrenada, e ¨ iaaq¨ -risa burlona , denigrante-. Las
primeras referencias a la risa en la Antigua Grecia podemos encontrarlas en Heráclito,
traducidas al latín: Non convenit ridiculum esse ita, ut ridiculus ipse videaris. No conviene
ser ridículo hasta el punto de parecerte ridículo a ti mismo. Heraclito.
Platón, y Sócrates a través de Aristofanes un gran exponente de la comedia griega,
concibieron la risa como un placer mixto, es decir, que supuestamente no debemos
reírnos de la ignorancia, pero lo hacemos. Con el advenimiento del Cristianismo este
mundo paso a ser un lugar de sufrimiento, El tonto se ríe a carcajadas; el sabio, cuando
mucho, sonríe suavemente¨ Eclesiastico 21.:20.
La concepción de la vida en la Edad Media, absolutamente dominada por la Iglesia
católica, desde el punto de vista de la cultura oficial se reducía a un «valle de lágrimas».
En las Reglas Monásticas del siglo V, en el capítulo «Taciturnas», dedicado al
silencio, puede leerse: La forma más terrible y obscena de romper el silencio es la risa,
si el silencio es virtud existencial y fundamental de la vida monástica, la risa es gravísima
violación. En las Reglas Monásticas del siglo V, en el capítulo «Taciturnas», dedicado
al silencio. Con esto queda claro el mensaje, lo serio es lo rector de la vida, lo cómico
constituía una deficiencia moral y estética, siendo la risa una forma de engaño y
desconcierto que nos agarra desprevenidos tiende a engañarnos y esto es también lo
que daría origen a la risa.