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Reflexiones<br />
El hábito de sentirnos ofendidos<br />
A veces las personas se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por<br />
lo que alguien les hizo. La sorprendente que voy a decirte, va a cambiar tu vida…<br />
¡Nadie te ha ofendido! Son tus expectativas de lo que esperabas de esas personas,<br />
las que te hieren. Vive en actitud de “cero” expectativas y serás feliz. No esperes<br />
nada de nadie. No des algo, esperando algo de vuelta. Dalo por el simple placer<br />
que te da a ti.<br />
Las expectativas las creamos con nuestros pensamientos. Sin darnos cuenta armamos<br />
una película que no es real, es imaginaria. Si tú esperabas que tus padres te<br />
dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido. Fueron tus<br />
expectativas de lo que un padre ideal debería haber sido contigo, las que no congenian.<br />
Nuestras propias ideas son las que te lastiman.<br />
Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo, tu pareja no<br />
te ha hecho nada. La diferencia entre las atenciones que esperabas tuviera contigo<br />
y las que realmente tuvo, son las cosas que te hieren, demasiadas expectativas resulta<br />
muy tóxico. Es muy saludable no tenerlas y aceptar a la persona tal cual es,<br />
porque nosotros también deseamos lo mismo, que nos acepten tal cual somos.
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