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sea un vapor, y el sitial de la razón,<br />
no más que un alambique. Cuando duerman<br />
su puerca borrachera como muertos,<br />
¿qué no podemos hacer tú y yo<br />
con el desprotegido Duncan? ¿Qué no incriminar<br />
a esos guardas beodos, que cargarán<br />
con la culpa de este inmenso crimen?<br />
MACBETH<br />
¡No engendres más que hijos varones,<br />
pues tu indómito temple sólo puede<br />
crear hombres! Cuando hayamos manchado<br />
de sangre a los durmientes de su cámara<br />
con sus propios puñales, ¿no se creerá<br />
que han sido ellos?<br />
LADY MACBETH<br />
¿Quién osará creer lo contrario<br />
tras oír nuestros lamentos y clamores<br />
por su muerte?<br />
MACBETH<br />
Estoy resuelto y para el acto terrible<br />
he tensado todas las potencias de mi ser.<br />
¡Vamos! Engañemos con aire risueño.<br />
Falso rostro esconda a nuestro falso pecho.<br />
Salen.<br />
II.i Entran BANQUO y FLEANCE con una antorcha.<br />
BANQUO<br />
¿Qué hora es, muchacho?<br />
FLEANCE<br />
No he oído el reloj. La luna ha bajado.<br />
BANQUO<br />
Baja a media noche.<br />
FLEANCE<br />
Entonces es más tarde, señor.<br />
BANQUO<br />
Espera, ten mi espada. El cielo economiza:<br />
apagó sus luces. Toma esto también.<br />
La llamada al sueño me pesa como el plomo,<br />
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