You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
BANQUO<br />
Sí, mi señor, y el tiempo nos apremia.<br />
MACBETH<br />
Corran los caballos raudos y seguros;<br />
a sus lomos os confío. Adiós.<br />
Sale BANQUO.<br />
Que cada cual disponga de su tiempo<br />
hasta las siete de esta noche.<br />
Para que vuestra compañía sea más grata,<br />
deseo quedarme solo hasta la hora de la cena.<br />
Hasta entonces, Dios os guarde:<br />
Salen [todos menos MACBETH y un CRIADO].<br />
Tú, un momento. ¿Me esperan esos hombres?<br />
CRIADO<br />
Sí, mi señor, a las puertas de palacio.<br />
MACBETH<br />
Tráelos ante mí.<br />
Sale el CRIADO.<br />
Ser rey no es nada sin estar a salvo.<br />
Mi temor a Banquo se me clava hondo<br />
y en su regio temple reina<br />
lo que ha de temerse. Es muy audaz<br />
y, además de ese ánimo intrépido,<br />
la prudencia le guía su valor<br />
para obrar sobre seguro. No hay nadie más que él<br />
a quien yo tema, y bajo él mi espíritu<br />
se siente coartado, como dicen que lo estaba<br />
el de Antonio por César. Increpó a las Fatídicas<br />
cuando me dieron el nombre de rey<br />
y les mandó que le hablasen. Proféticamente,<br />
ellas le saludaron como padre de reyes.<br />
Ciñeron mi cabeza con estéril corona<br />
y me hicieron empuñar un cetro infecundo<br />
que habrá de arrebatarme mano extraña,<br />
Comment: El espíritu adscrito a su<br />
destino: el «demonio» de los antiguos<br />
griegos.<br />
Comment: No Julio César, sino<br />
Octavio César (Augusto).<br />
37