17.02.2019 Views

Antología concurso Ángel Ganivet 2018

Primera Edición: febrero 2019 Textos: Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

Primera Edición: febrero 2019

Textos:
Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

══════════════════════════════════════════════════<br />

aislamiento, domina la obra convirtiéndose en un recurso que refleja el propio paisaje<br />

interior de la protagonista, casi impenetrable.<br />

Indudablemente, Lispector es una autora proclive a la introspección, pertrechada<br />

de un lenguaje hermético que refleja un complejo mundo interior plagado de dudas 7 y<br />

misticismo. Su obra, que podemos definir existencialista, se adentra sin complejos en la<br />

metafísica.<br />

Así, paso a paso, a través del monólogo que El día de la noche en llamas<br />

propone, vislumbramos indirectamente los trazos que esbozan una vida; intuimos una<br />

rutina diaria que parece definir una existencia bastante sencilla —a uno casi le tentaría<br />

definirla vulgar— y solitaria. De esa desconocida que se nos revela sabemos, en<br />

realidad, bastante poco: que se trata de una mujer de mediana edad con unos hijos que<br />

nunca hacen acto de presencia, que vive acompañada por su perro y parece —como su<br />

can 8 — aficionada al alcohol; que es frugal, espartana y casi ascética respecto a la<br />

comida, pero disfruta de pequeños placeres mundanos y sensuales como los baños y la<br />

música. Clarice parece un ser, en definitiva, como todos nosotros, contradictorio.<br />

La mujer a la que espiamos a través de El día de la noche en llamas se diría<br />

presa de una poderosa abulia, una abulia convertida en fiel y deseada compañera que la<br />

vinculada indisolublemente a lo más cotidiano. Y en ese perfil, efectivamente, podemos<br />

reconocer a la escritora:<br />

El tiempo pasa demasiado deprisa y la vida es tan corta. Entonces —para no ser presa<br />

de la voracidad de las horas y de las novedades, que hacen pasar el tiempo deprisa—<br />

7 “¿«Escribir» existe por sí mismo? No. Es sólo el reflejo de una cosa que pregunta”, asegura la autora<br />

(Lispector, Un soplo, 116).<br />

8 También, en su novela Un soplo de vida, el perro de <strong>Ángel</strong>a Pralini, que se llama Ulises, es aficionado a<br />

la cerveza (Lispector, Un soplo, 58). El papel de la mascota no resulta intrascendente, pues, como el<br />

Autor explica, <strong>Ángel</strong>a no consigue adaptarse al ser humano, pero la vemos muy compenetrada con su<br />

perro:<br />

Tener contacto con la vida animal es indispensable para mi salud psíquica. Mi perro me reaviva<br />

por entero. Sin hablar de que duerme a veces a mis pies llenando la habitación de cálida vida<br />

húmeda. Mi perro me enseña a vivir. Él sólo está “siendo”. “Ser” es su actividad. Y ser es mi<br />

intimidad más profunda. Cuando se duerme en mi regazo lo veo a él y a su respiración bien ritmada.<br />

E, inmóvil él en mi regazo, formamos un solo todo orgánico, viva estatua muda (Lispector, Un soplo,<br />

58).<br />

Parece que Clarice envidia la irracionalidad del perro, la inconsciencia sobre su propia existencia.<br />

Puede que ella, tan torturada por la imposibilidad de capturar los sentimientos y sensaciones a través del<br />

lenguaje, desease también, como las bestias, no ser esclava de la palabra: “Oh, dulce martirio de no saber<br />

hablar y saber sólo ladrar” (Lispector, Un soplo, 58).<br />

═════════════════<br />

- 164 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!