17.02.2019 Views

Antología concurso Ángel Ganivet 2018

Primera Edición: febrero 2019 Textos: Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

Primera Edición: febrero 2019

Textos:
Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

══════════════════════════════════════════════════<br />

Me hace buena falta vivir con mucha pobreza de espíritu y sin lujos de alma. <strong>Ángel</strong>a<br />

es un lujo y me molesta. Me apartaré de ella, entraré en un monasterio, me volveré pobre.<br />

He elegido el día de hoy para ponerme unos pantalones muy viejos y una camisa rasgada.<br />

Me siento bien en andrajos, añoro la pobreza. Sólo he comido frutas y huevos, he<br />

rechazado la sangre sabrosa de la carne, he querido comer solamente lo que proviene de<br />

las fuentes y nace sin dolor, brotando desnudo como el huevo, como la uva.<br />

Esta noche no he dormido con mi mujer porque la mujer es un lujo y lujuria, y hace<br />

dos de mí, y yo quiero ser solamente uno para no acabar como un número divisible por<br />

otro. He bebido agua en ayunas. Y he entrado despacio en mi desierto inestimable e<br />

infinito. Cuándo en ese desierto la penuria se hace insoportable, creo a <strong>Ángel</strong>a como<br />

espejismo, ilusión óptica y de espíritu, pero tengo que abstenerme de ella porque es<br />

riqueza del alma. (Lispector, Un soplo, 39).<br />

Sólo prescindiendo de lo sobrante, el escritor logrará alcanzar o cuanto menos<br />

aproximarse a la esencia que reside en la verdadera palabra, en la palabra pura y aún no<br />

contaminada o prostituida por el uso espurio que le da el hombre. Advierte <strong>Ángel</strong>a: “No<br />

se debe vivir en el lujo. En el lujo nos volvemos un objeto que a su vez tiene objetos.<br />

Sólo se ve la «cosa» cuando se lleva una vida monástica o por lo menos sobria. El<br />

espíritu puede vivir a pan y agua” (Lispector, Un soplo, 114).<br />

Pero es difícil ese género de recogimiento necesario para escribir, aislarse del<br />

mundo que distrae nuestra atención con futilidades a las que concedemos demasiada<br />

importancia, reconoce la propia <strong>Ángel</strong>a. Por eso al Autor le parece que Dios, ese Dios<br />

en el que no cree, lo ha dejado desamparado en medio de un ambiente totalmente<br />

adverso. “Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Lispector, Un soplo, 121), se<br />

pregunta usando la frase atribuida a Jesús al final de su martirio.<br />

Porque <strong>Ángel</strong>a, que es un alter ego del Autor, pero al mismo tiempo es también<br />

su creación como el hombre lo es de Dios, encarna la penitencia que supone para el ser<br />

humano su paso por un universo que le es hostil por incomprensible: “Si no fuese por<br />

mí, <strong>Ángel</strong>a no tendría conciencia. Si no fuese por mí, ella sería diáfana como el<br />

perfume de un sueño. Para que sea más que el perfume de un sueño, espacio aquí y<br />

allá, en su vastedad, otro cactus duro, más adelante otros” (Lispector, Un soplo, 81).<br />

Y, por otro lado, precisamente por su propia condición, el escritor, aun<br />

intuyendo que se enfrenta a un frustrante fracaso, necesita, además, explicar, con la<br />

- 172 -<br />

═════════════════

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!