17.02.2019 Views

Antología concurso Ángel Ganivet 2018

Primera Edición: febrero 2019 Textos: Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

Primera Edición: febrero 2019

Textos:
Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

══════════════════════════════════════════════════<br />

El momento ha llegado, ya abren la puerta de la celda. El comandante lee la<br />

sentencia esperada; en la colonia cualquier crimen significa la muerte. Clément,<br />

vengativo, me guiña el ojo y salgo escoltado por dos guardianes.<br />

Ha dejado de llover, el sol abrasa y endurece el barro blancuzco del patio.<br />

Camino entre varias filas de presos que, arrodillados, van a presenciar una condena<br />

ejemplarizante. Ninguno levanta la cabeza; sus cuerpos exudan miedo, el mismo que yo<br />

siento, pues, por mucho que me envalentone, no sé lo que va a suceder.<br />

En el centro del rectángulo se alza el esbelto artefacto de madera coronado por el<br />

diente de acero asesino: la guillotina, la Viuda, como la llamamos con respeto.<br />

Bardamu, el verdugo, ha colocado un trapo protegiendo los bordes del semicírculo que<br />

se abre en la madera donde tengo que apoyar el cuello por última vez. Un detalle<br />

ridículo y enternecedor.<br />

Me falta el aire, los pulmones presienten que están cumpliendo su última<br />

función y actúan desordenados. Bardamu cierra el yugo. Tengo la garganta seca. Ahora<br />

o jamás. Mi boca pronuncia con dificultad las palabras sagradas.<br />

—¡Ulodei m’sundu Mariwaraya tsombo!<br />

Abro los ojos y despierto en medio de una pesadilla. Tengo la extraña sensación de que<br />

siempre es el mismo día, de que vivo un hoy recurrente. Miro el tosco calendario<br />

clavado en la pared de la celda…<br />

═════════════════<br />

- 37 -

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!