17.02.2019 Views

Antología concurso Ángel Ganivet 2018

Primera Edición: febrero 2019 Textos: Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

Primera Edición: febrero 2019

Textos:
Hugo Gastón Irigaray, Francisco J. Jariego, José Ignacio Ceberio Sainz de Rozas, Adriana Silvia Vaninetti, Pablo Loperena López, William Antonio Argüello Bernal, Jesús Carlos Ruiz Suárez, Javier Álvarez, Adolfo Eloy Villafuerte Caicedo, Mercedes Duarte Alvarado, Benito Pastoriza Iyodo, Mar Correa , José Manuel Fernández Argüelles, Anahí Almasia, Mariana Sández, Eduardo Fernán-López, Juan Ángel Cabaleiro, Jorge Rafael Castagna, Cintia Mannocchi, Estefanía Bernabé Sánchez y Salomé Guadalupe Ingelmo.

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

══════════════════════════════════════════════════<br />

otro. Al mismo tiempo, más de cuatro mil kilómetros hacia el sur, en la furiosa noche<br />

bogotana —que compartía huso con la desértica—, un hombre llamado José<br />

consideraba por primera vez seriamente la idea del suicidio.<br />

José pensaba en matarse porque no le gustaba su vida, ni quien era. Lo más<br />

trágico, sentía él, era que no ansiaba cambiarse por otra persona, alguien reconocido,<br />

exitoso, sino por sí mismo en otra época de su vida, antes de perder todo lo que había<br />

perdido.<br />

José escribía, como hacían tantos abogados antes. Había empezado y<br />

abandonado tres novelas. Siempre meditaba sobre cómo su hija, con la edad que ya<br />

tenía, considerando lo impecable de su redacción y su comprensión lectora ya desde los<br />

primeros años de escuela, habría sido la correctora ideal para sus textos. Este<br />

pensamiento lo desalentaba de seguir escribiendo.<br />

La ciudadana estadounidense que se enamoró de Héctor, con tal de mantenerlo<br />

cerca, se habría casado con él. Quería un Héctor legal y con un trabajo más digno y<br />

menos desgastante, que viviera en casa de ella o en un apartamento solo para él, pero<br />

que la visitara casi a diario, al menos cuatro veces por semana. La primera vez que ella<br />

lo vio fue cuando se lo enviaron para su mudanza a un sitio más espacioso y cómodo:<br />

un mexicano más alto y magro que los que acostumbraba encontrar por ahí, con la<br />

misma piel tostada y las mismas facciones aztecas —un adjetivo que, producto de una<br />

simplificación romántica, usaba erróneamente—, pero con una mirada ausente que le<br />

resultaba fascinante; en su expresión, un estoicismo insólito a la hora de levantar<br />

chécheres. Además, no parecía conocer más de quince palabras del inglés, y tampoco<br />

daba la impresión de estar interesado en aprender más. A pesar de sus dos años<br />

estudiando español, la mujer no se sentía muy segura a la hora de hablarle; aún así,<br />

decidió arriesgarse. Obtuvo respuestas parcas y formales. La despedida fue cordial pero<br />

seca. Después de pensar en él durante días, buscó entre sus amigos alguien que<br />

necesitara una mudanza y, cuando lo encontró, lo convenció para que llamara a la<br />

misma compañía y pidiera que Héctor hiciera el trabajo. El nombre de esta ciudadana<br />

era Laura, pero se pronunciaba Lora, con esa erre rarísima del inglés, especialmente del<br />

de Estados Unidos, para la que se curva la lengua como si la punta de esta quisiera<br />

zambullirse garganta abajo: /ˈlɔɹə/. Aunque cuando se presentaba ante un nuevo grupo<br />

en sus clases de español decía Laura, así, como lo dice uno.<br />

- 75 -<br />

═════════════════

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!