23.01.2020 Views

Un personaje de mi barrio

Colección de crónicas del Cabildo Nacional de la Crónica de la Ciudad de México. María Elena Solórzano Carbajal (Compiladora), Jaime A. Valverde Arciniega (Presidente), José A. Carbajal Cortés, Hugo Arturo Cardoso Vargas, Ana María Castro Velasco, Héctor Castañón Basaldúa, Manuel Garcés Jiménez, Verónica Müller, Jaime Orozco Barbosa, Marisol Reséndiz Pizarro, Miguel Ángel Salgado Meyer, Antonio Sevilla Tapia, Arturo Villanueva Bazán, Juan Rafael Zimbrón Romero y Edith Padilla Zimbrón. México, 2019.

Colección de crónicas del Cabildo Nacional de la Crónica de la Ciudad de México. María Elena Solórzano Carbajal (Compiladora), Jaime A. Valverde Arciniega (Presidente), José A. Carbajal Cortés, Hugo Arturo Cardoso Vargas, Ana María Castro Velasco, Héctor Castañón Basaldúa, Manuel Garcés Jiménez, Verónica Müller, Jaime Orozco Barbosa, Marisol Reséndiz Pizarro, Miguel Ángel Salgado Meyer, Antonio Sevilla Tapia, Arturo Villanueva Bazán, Juan Rafael Zimbrón Romero y Edith Padilla Zimbrón. México, 2019.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

La huachicrónica

tamales; le piden, le ruegan a Huachicol que se aparezca. “Una

pipa por lo menos”.

El resentimiento en los “memes” y la misoginia tiene

cabida: “Tú me ignoras y la despachadora de la gasolinera me

echa de menos”. Y otro, el visionario: “A veces quisiera irme muy

lejos, luego recuerdo que no hay gasolina y se me pasa”.

Si en la apariencia de los acontecimientos es mucho lo que

está cambiando, aún es temprano para descubrir lo que en realidad

está ocurriendo en el mundo profundísimo de la esencia de las

cosas, las llamadas “relaciones humanas” ya no son las mismas

desde los inicios del presente siglo gracias a las nuevas

tecnologías de la información, el teléfono celular es vital, casi

ninguno se atreve a salir de su casa sin su aparato, a través de él

cada persona está comunicada con quien quiera y literalmente con

todo el mundo, es más normal, sostienen algunos teóricos

sociales, mirar una pantalla luminosa que mirar a los ojos de una

persona; por los párrafos anteriores nos damos cuenta que las

nuevas tecnologías se han entrometido hasta la médula en la

intimidad de las personas, donde ni siquiera la muerte –y menos

en México-, significa un límite.

Todavía cuando la tragedia de San Juan Ixhuatepec en

1984, conocida como “El infierno de la tierra”, los chistes y las

burlas (muy mexicanos) ante la muerte, corrieron por la radio y

los periódicos a la velocidad de una tortuga, en comparación con

lo que en la actualidad tarda el dedo índice en dar un clic para

enviar una información a todo el mundo, lo que además incluye

foto y video. En 1985 luego de los terremotos de aquel año, los

periódicos publicaron chistes como que “Las mujeres de Polanco

estaban enojadas, porque las de Tlatelolco no las invitaron a la

movida”, o bien, dieron cuenta de los juegos de los niños en la

calle, en que jugaban a ser edificios y en caer desplomados; todo

ello ahora ya forma parte de una historia muy lejana. La radio es

veloz, la televisión, en 1985 el periodista Jacobo Zabludovsky

causó un altísimo impacto al “radiar” los estragos del terremoto,

eso también es historia, ahora cada persona (sin ser periodista y

mucho menos cronista), que tenga un celular puede registrar y

151

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!