Un personaje de mi barrio
Colección de crónicas del Cabildo Nacional de la Crónica de la Ciudad de México. María Elena Solórzano Carbajal (Compiladora), Jaime A. Valverde Arciniega (Presidente), José A. Carbajal Cortés, Hugo Arturo Cardoso Vargas, Ana María Castro Velasco, Héctor Castañón Basaldúa, Manuel Garcés Jiménez, Verónica Müller, Jaime Orozco Barbosa, Marisol Reséndiz Pizarro, Miguel Ángel Salgado Meyer, Antonio Sevilla Tapia, Arturo Villanueva Bazán, Juan Rafael Zimbrón Romero y Edith Padilla Zimbrón. México, 2019.
Colección de crónicas del Cabildo Nacional de la Crónica de la Ciudad de México. María Elena Solórzano Carbajal (Compiladora), Jaime A. Valverde Arciniega (Presidente), José A. Carbajal Cortés, Hugo Arturo Cardoso Vargas, Ana María Castro Velasco, Héctor Castañón Basaldúa, Manuel Garcés Jiménez, Verónica Müller, Jaime Orozco Barbosa, Marisol Reséndiz Pizarro, Miguel Ángel Salgado Meyer, Antonio Sevilla Tapia, Arturo Villanueva Bazán, Juan Rafael Zimbrón Romero y Edith Padilla Zimbrón. México, 2019.
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Verónica Müller, la Dama Museos
Entrevistadora ~ ¿cómo fueron los tiempos de hace décadas
por este rumbo?
Entrevistado ~ el relato que describiré comenzó hace
cuarenta años me refiero a un grupo de personajes de la calle en un
lugar conocido como El Molinito en Naucalpan de Juárez, Estado
de México delimitando con el Distrito Federal. El Molinito tiene
una colonia que se le conoce como Guardias, la ubicación es la
siguiente: guardias estaba en el interior del Campo Militar, donde
vivían militares de guardias presidenciales, fuera del campo militar
vivían revueltos civiles y militares, aún existe la barda de piedra
que divide dicho predio. Aquí han vivido muchos personajes del
barrio como el Ratón quien sigue vivo, este mexicano quien aún
en el 2019 deambula por las calles de este barrio, su oficio era ser
ladrón, las nuevas generaciones desconocen su historia porque
ahora solo es un vagabundo indigente, que vive de comer basura,
jala una cobija más que mugrosa, sucio, maloliente, camina
arrastrando los pies, en pocas palabras una piltrafa de ser humano,
perdió un ojo y hoy es un bulto decorativo en esta jungla humana
y dicho sea de paso como tantos personajes que la sociedad ni los
ve ni los oye. Además del Ratón hay otros personajes, entre la
flota de muchachos que en aquel entonces se reunían hace cuarenta
o cuarenta y cinco años. Me refiero al Rocas, otro personaje con
una historia difícil, él no es ladrón, no es narco menudista como
los que había ahí. El Rocas es un personaje con mala suerte, por
un lado o con buena suerte por el otro, con el defecto de ser muy
holgazán, su nombre es Mario quien tuvo la desgracia de perder a
su madre a los catorce años. La señora tenía una cantina de esas
de barrio, en donde se vendía cerveza, algo de alcohol y todo lo
que se sirve en una cantina. Su padre la mató y lo metieron al
bote. Usted lector imagínese que pudo haber sucedido para que se
desencadenara esta tragedia, tantee la desgracia de este relato. El
Rocas quedó huérfano y prácticamente de dueño de una vecindad,
maltrecha, donde se reunían muchos, muchos vagos ahí con él,
donde daban chance de dormir en su cuarto, aparte de que él
rentaba el resto de la vecindad. El Rocas era muy bueno para el
futbol, o al menos eso decían ellos, la banda. Su equipo que lo
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