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Vivelight digital con Janet Hinostroza en portada. Descubre las tendencias actuales de salud, bienestar y belleza!

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deporte<br />

y vida<br />

Nadar“<br />

Conexión cuerpo, mente y alma.<br />

46 VIVELIGHT<br />

Nadar es según los expertos<br />

uno de los deportes más completos<br />

que existe. Cuando nadas<br />

utilizas dos tercios de los<br />

músculos del cuerpo, potenciando<br />

la fuerza y la resistencia.<br />

Además, desgastas menos<br />

las articulaciones que otros<br />

deportes porque el cuerpo, al<br />

estar flotando, no recibe el impacto<br />

de superficies duras. Te<br />

ayuda a tonificar fundamentalmente<br />

bíceps, tríceps, deltoides,<br />

glúteos, intercostales,<br />

abdominales y pectorales. Además<br />

es importante el oxígeno<br />

que recibes al nadar ya que activa<br />

tu cerebro y libera toxinas.<br />

Cuando nadas consumes hasta<br />

un 10% más de oxígeno y logras<br />

una mejor circulación sanguínea.<br />

Te ayuda también a quemar<br />

grasa, aumentas la flexibilidad<br />

y logras estirar todos<br />

los músculos. Y una vez que le<br />

tomas gusto, descubres que es<br />

muy divertido y relajante.<br />

En el transcurso de mi vida deportiva<br />

he cruzado cinco veces<br />

el Lago San Pablo que tiene<br />

una longitud de 3600 metros.<br />

Estoy a punto de cruzarlo una<br />

sexta vez. Mi inspiración tiene<br />

un objetivo hermoso con nombre<br />

y apellido. Sin embargo, antes<br />

quiero contar cómo empecé<br />

a nadar y tratar de inspirarte<br />

para que también lo hagas.<br />

Cómo empecé a nadar<br />

Mi experiencia dentro de la<br />

natación empezó hace diez<br />

años. La realidad es que no sabía<br />

nadar; sabía chapotear, sabía<br />

bucear, no me ahogaba en<br />

la piscina, pero no sabía realmente<br />

nadar. Hace diez años<br />

corrí mi segunda maratón en<br />

Buenos Aires y a mi regreso<br />

mi entrenador me dijo que no<br />

podía correr por lo menos un<br />

mes, ya que podía lesionar mis<br />

ligamentos y eso era irreversible.<br />

Le pregunté: “¿Y qué voy a<br />

hacer si no corro?” A lo que me<br />

contestó: “Busca otro deporte”<br />

Decidí por un lado probar con<br />

la bicicleta y al mismo tiempo<br />

empezar a nadar.

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