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Guerras de los Ángeles

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

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<strong>Guerras</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Ángeles</strong><br />

<strong>de</strong> Babilonia, fue la que rasgó el velo <strong>de</strong>l templo <strong>de</strong> arriba abajo.—Comentario Bíblico<br />

Adventista 5:1084. {VAAn 209.1}<br />

[Los dirigentes judíos] bajaron su cuerpo y lo colocaron en la tumba nueva <strong>de</strong> José.<br />

Rodaron la gran piedra a la puerta <strong>de</strong>l sepulcro razonando que <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> podían venir<br />

en la noche y hurtar su cuerpo. Los ma<strong>los</strong> ángeles celebraban alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong>l sepulcro<br />

pensando que Cristo había sido vencido. Una guardia <strong>de</strong> soldados romanos cuidaba la<br />

tumba. Los judíos habían tomado las mayores precauciones para que su triunfo fuera<br />

completo. No tomaron en cuenta, sin embargo, que ángeles celestiales guardaban el lugar<br />

don<strong>de</strong> su amado Comandante <strong>de</strong>scansaba.—The Review and Herald, 9 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong><br />

1888. {VAAn 209.2}<br />

No fue sino hasta la muerte <strong>de</strong> Cristo que el verda<strong>de</strong>ro carácter <strong>de</strong> Satanás fue<br />

claramente revelado a <strong>los</strong> ángeles y a <strong>los</strong> mundos no caídos. Fue entonces que la<br />

prevaricación y las acusaciones <strong>de</strong> aquel que había sido un ángel exaltado, fueron vistas<br />

en su verda<strong>de</strong>ra luz.—The Signs of the Times, 27 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> 1902. {VAAn 209.3}<br />

La muerte <strong>de</strong> Cristo sobre la cruz, aseguró la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> aquel que tiene el po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong> la muerte y fue el originador <strong>de</strong>l pecado. Cuando Satanás sea <strong>de</strong>struido, no habrá quién<br />

tiente a hacer el mal; la expiación no será repetida, y no habrá peligro <strong>de</strong> otra rebelión en<br />

el universo <strong>de</strong> Dios. Lo único que pudo efectivamente vencer el pecado en este mundo,<br />

también evitará un nuevo brote <strong>de</strong> pecado en el cielo. {VAAn 209.4}<br />

El significado <strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> Cristo será entendido por ángeles y santos. Los hombres<br />

caídos no hubieran podido tener un hogar en el paraíso <strong>de</strong> Dios, si no fuera por el Cor<strong>de</strong>ro<br />

que fue inmolado antes <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l mundo... La seguridad <strong>de</strong> <strong>los</strong> ángeles también<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> sufrimientos <strong>de</strong>l Hijo <strong>de</strong> Dios; por eso le ofrecen honor y gloria. Es<br />

mediante la eficacia <strong>de</strong> la cruz, que <strong>los</strong> ángeles son guardados contra la apostasía. Sin la<br />

cruz, no estarían más seguros que lo que estaban <strong>los</strong> ángeles antes <strong>de</strong> la caída <strong>de</strong> Satanás.<br />

La perfección angélica falló en el cielo; la perfección humana falló en el Edén... El plan<br />

<strong>de</strong> salvación, que muestra el amor y la justicia <strong>de</strong> Dios, provee la eterna salvaguardia<br />

contra la rebelión en <strong>los</strong> mundos no caídos... La muerte <strong>de</strong> Cristo en la cruz <strong>de</strong>l Calvario<br />

es nuestra única esperanza en este mundo, y será nuestro tema en el mundo veni<strong>de</strong>ro.—<br />

The Signs of the Times, 30 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1889. {VAAn 210.1}<br />

Cristo, mediante su vida y su muerte, ha contestado para siempre la pregunta acerca <strong>de</strong>l<br />

carácter <strong>de</strong> Dios, <strong>de</strong> su esencia <strong>de</strong> amor y luz. Esta fue la pregunta que agitó el cielo, y fue<br />

el comienzo <strong>de</strong> la rebelión <strong>de</strong> Satanás contra Dios. El cambio o abolición <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong><br />

su gobierno en las cortes celestiales, era la <strong>de</strong>manda que se requería como evi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su<br />

amor.—The Review and Herald, 21 <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong> 1902. {VAAn 210.2}<br />

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