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Guerras de los Ángeles

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

Hay una contienda entre las fuerzas del bien y las del mal, entre los ángeles leales y los infieles. Cristo y Satanás no concuerdan y jamás podrán hacerlo. En cada época la verdadera iglesia de Dios ha librado una lucha contra las agencias del mal. Y esta pugna, entre los ángeles malignos y las personas malvadas, por un lado, contra los ángeles del cielo y los verdaderos creyentes, por el otro; ha de continuar hasta el fin del conflicto. Esta violenta batalla incrementará su fiereza a medida que se acerque el fin. A los que se han unido a los agentes satánicos, el Señor los ha designado como hijos de las tinieblas. No existe, ni podrá existir, enemistad natural entre los ángeles caídos y los seres humanos caídos. Ambos son malvados. Por causa de la apostasía ambos abrigan malos sentimientos. Los ángeles malvados y los impíos se han asociado en una confederación desesperada en contra del bien. Satanás sabía que si podía inducir a la raza humana a unirse con él y su rebelión, como lo había hecho con los ángeles, conformaría una poderosa fuerza con la cual podría llevar adelante su rebelión. En medio de las huestes del mal reina la irritación y las rencillas, sin embargo, todos están firmemente aliados en la lucha contra el Cielo.

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<strong>Guerras</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>Ángeles</strong><br />

Capítulo 8—Los <strong>Ángeles</strong> en el Tiempo <strong>de</strong>l Éxodo<br />

El nacimiento <strong>de</strong> Moisés<br />

Con el correr <strong>de</strong>l tiempo, el gran hombre a quien Egipto <strong>de</strong>bía tanto [José], y la<br />

generación ben<strong>de</strong>cida por su obra, <strong>de</strong>scendieron al sepulcro. “Entretanto, se levantó sobre<br />

Egipto un nuevo rey que no conocía a José... y dijo a su pueblo: He aquí, el pueblo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

hijos <strong>de</strong> Israel es mayor y más fuerte que nosotros”. Éxodo 1:8-9... Se or<strong>de</strong>nó... que dieran<br />

muerte a <strong>los</strong> niños varones hebreos en el momento <strong>de</strong> nacer. Satanás fue el instigador <strong>de</strong><br />

este plan. Sabía que entre <strong>los</strong> israelitas había <strong>de</strong> levantarse un libertador; y al inducir al<br />

rey a <strong>de</strong>struir a <strong>los</strong> niños varones, esperaba <strong>de</strong>rrotar el propósito divino... {VAAn 93.1}<br />

Mientras este <strong>de</strong>creto estaba en vigencia, les nació un hijo a Amrán y Jocabed... La<br />

madre logró ocultar al niño durante tres meses. Entonces viendo que ya no podía<br />

escon<strong>de</strong>rlo con seguridad, preparó una arquilla <strong>de</strong> juncos, la impermeabilizó con pez y<br />

betún, y colocando al niño en ella, la <strong>de</strong>positó en un carrizal a la orilla <strong>de</strong>l río. No se<br />

atrevió a permanecer allí para cuidarla ella misma, por temor a que se perdiera tanto la<br />

vida <strong>de</strong>l niño como la suya, pero María, la hermana <strong>de</strong>l niño, quedó allí cerca... vigilando<br />

ansiosamente para ver qué sería <strong>de</strong> su hermanito. Y había otros observadores. Las<br />

fervorosas oraciones <strong>de</strong> la madre habían confiado su hijo al cuidado <strong>de</strong> Dios; e invisibles<br />

ángeles vigilaban la humil<strong>de</strong> cuna. El<strong>los</strong> dirigieron a la hija <strong>de</strong> Faraón hacia aquel sitio.<br />

La arquilla llamó su atención, y cuando vio al hermoso niño una sola mirada le bastó para<br />

leer su historia. Las lágrimas <strong>de</strong>l pequeño <strong>de</strong>spertaron su compasión y... <strong>de</strong>cidió salvarlo<br />

adoptándole como hijo suyo.—Historia <strong>de</strong> <strong>los</strong> Patriarcas y Profetas, 246-248. {VAAn<br />

93.2}<br />

A <strong>los</strong> ancianos <strong>de</strong> Israel les comunicaron <strong>los</strong> ángeles que la época <strong>de</strong> su liberación se<br />

acercaba, y que Moisés era el hombre que Dios emplearía para realizar esta obra. Los<br />

ángeles también instruyeron a Moisés, diciéndole que Jehová le había elegido para poner<br />

fin a la servidumbre <strong>de</strong> su pueblo. Suponiendo Moisés que <strong>los</strong> hebreos habían <strong>de</strong> obtener<br />

su libertad mediante la fuerza <strong>de</strong> las armas, esperaba dirigir las huestes hebreas contra <strong>los</strong><br />

ejércitos egipcios.—Historia <strong>de</strong> <strong>los</strong> Patriarcas y Profetas, 251. {VAAn 94.1}<br />

Moisés permaneció en la corte hasta <strong>los</strong> cuarenta años <strong>de</strong> edad... Un día, en una <strong>de</strong> sus<br />

visitas, al ver que un egipcio golpeaba a un israelita, se arrojó sobre aquél y le dio muerte...<br />

y... sepultó inmediatamente el cuerpo en la arena... Moisés huyó hacia Arabia... Después<br />

<strong>de</strong> un tiempo, Moisés se casó con una <strong>de</strong> las hijas <strong>de</strong> Jetro; y allí, al servicio <strong>de</strong> su suegro<br />

como pastor <strong>de</strong> ovejas, permaneció por espacio <strong>de</strong> cuarenta años.—Historia <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

Patriarcas y Profetas, 252-253. {VAAn 94.2}<br />

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