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Rutamotor T+ - Edición Nº10

En este número 10 de Ruta Motor T+ te contamos de varios sucesos en Chile y afuera. Por ejemplo, -como ves en nuestra portada- fuimos hasta la gran megalópolis que es São Paulo, para ponernos al volante de una nueva entrega de la sueca Scania: su nuevo Súper, el renovado tractor que estrena una cadena cinemática optimizada en eficiencia en todos los sentidos. Se trabajó, pero también se disfrutó. Porque, ¿qué es manejar un camión tecnológico sino mucho de diversión? Asimismo, te contamos del Futurliner, una olvidada obra del gigante General Motors, que por estos días cumple nada menos que 85 años. Veremos el espíritu que se puso en aquel producto hoy recordado por ser prácticamente un lente con el que podía mirarse el futuro. El llamado en este arranque de año es a ser mejores. A remar, aunque el mar esté inquieto. Los resultados llegan y esta temporada todos tenemos muchas oportunidades para demostrarlo.

En este número 10 de Ruta Motor T+ te contamos de varios sucesos en Chile y afuera. Por ejemplo, -como ves en nuestra portada- fuimos hasta la gran megalópolis que es São Paulo, para ponernos al volante de una nueva entrega de la sueca Scania: su nuevo Súper, el renovado tractor que estrena una cadena cinemática optimizada en eficiencia en todos los sentidos. Se trabajó, pero también se disfrutó. Porque, ¿qué es manejar un camión tecnológico sino mucho de diversión? Asimismo, te contamos del Futurliner, una olvidada obra del gigante General Motors, que por estos días cumple nada menos que 85 años. Veremos el espíritu que se puso en aquel producto hoy recordado por ser prácticamente un lente con el que podía mirarse el futuro.
El llamado en este arranque de año es a ser mejores. A remar, aunque el mar esté inquieto. Los resultados llegan y esta temporada todos tenemos muchas oportunidades para demostrarlo.

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20 RUTAMOTOR T + /MAGAZINE<br />

TENDENCIAS<br />

que GM necesitaba para cautivar al público,<br />

porque el Futurliner nació originalmente<br />

para exhibir los avances de las industrias<br />

científicas y tecnológicas norteamericanas.<br />

Fue tanta la impresión que causó el modelo,<br />

que para 1940 las 12 unidades fueron las<br />

protagonistas de un primer larguísimo<br />

viaje por Canadá y Estados Unidos, en<br />

una caravana que también contempló<br />

32 vehículos de asistencia. La odisea,<br />

bautizada Parade of Progress, fue guiada<br />

por jóvenes recién graduados y siguió un<br />

itinerario de casi 150 paradas.<br />

En el fondo -y más allá de lo que se<br />

mostrara sobre su chasis de 10 metros de<br />

largo- el GM Futurliner era ya una atracción<br />

por sí misma: con 3.5 metros de alto y 2.5<br />

metros de ancho, contaba con un puesto<br />

de conducción en el centro, rodeado<br />

por un parabrisas perfectamente curvo<br />

que permitía una amplia visión de 270º.<br />

Para acceder hasta el cockpit había que<br />

subir las escaleras detrás de una puerta<br />

ubicada discretamente en el lado derecho<br />

de la trompa. En el costado opuesto, otra<br />

manilla daba acceso al tablero eléctrico de<br />

instrumentos.<br />

La evidente delgadez de la carrocería en<br />

cápsula del GM Futurliner, que, a todas<br />

luces lo hizo ver como una máquina<br />

verdaderamente traída del futuro,<br />

encontraba en temas de ingeniería un<br />

poderoso atenuante: el vehículo contaba<br />

con ocho ruedas, al llevar dos neumáticos<br />

en cada una de las mazas. Pesaba 12<br />

toneladas y así la estabilidad de su<br />

rodadura nunca estuvo en entredicho.<br />

¿Y el corazón? Este portento que<br />

maravilló a su paso estuvo impulsado<br />

por un motor gasolinero GMC 4.9 litros<br />

de seis cilindros opuestos, que no solo se<br />

encargaba de mover el eje trasero mediante<br />

una caja automática Hydramatic de cuatro<br />

marchas, sino que también alimentaba el<br />

generador que permitía que el Futurliner C<br />

encendiera sus equipos para encandilar<br />

M<br />

en cada detención. Al invento de Earl se<br />

Y<br />

le desmontaban los paneles laterales de<br />

casi cinco metros, para convertirlo en una CM<br />

verdadera tienda sobre ruedas, mientras<br />

MY<br />

que el techo se elevaba mediante una torre<br />

CY<br />

central, lo que servía para dar altura a una<br />

parrilla de ampolletas que iluminaba el CMY<br />

escaparate móvil.<br />

La idea se pensó siempre como un<br />

estímulo de alcance cultural y no como<br />

una fuente de ingresos, un propósito que<br />

el Futurliner cumplió a cabalidad porque<br />

llevó la visión de un nuevo y brillante futuro<br />

a los pequeños pueblos de Canadá y<br />

Estados Unidos. El convoy se movía según<br />

las estaciones y trasladaba el espectáculo<br />

de entretenimiento educativo a la gente<br />

alejada de los grandes centros urbanos del<br />

Pacífico y el Atlántico.<br />

Los GM Futurliner cesaron sus viajes<br />

por Norteamérica cuando Estados Unidos<br />

entró en la II Guerra Mundial. Sin que nadie<br />

lo sospechara esa pausa sería también el<br />

ocaso de un proyecto alimentado por el solo<br />

ánimo de la industria de mostrar lo que era<br />

capaz de hacer: para mediados de la década<br />

del 50 la televisión no solo había copado<br />

ese espacio, sino además ya estaba en el<br />

hogar del 75% de los estadounidenses. Ese<br />

progreso anticipado por todos los rincones<br />

de América del Norte gracias al Futurliner,<br />

había finalmente llegado.<br />

K<br />

<strong>T+</strong>

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