pdf intero - Sant'Alfonso e dintorni

Primera cronica en Espafia 343
Dos acontee1m1entos marcan la politica religiosa de estos afios: la restauraci6n
de las relaciones con la Santa Sede el 27 de abril de 1845 y el Concordato de 1851.
El art. l o reconoce la religion catolica como « la unica de la nacion espafiola » y la
« exclusion de cualquier otro culto», con los privilegios unidos a esta declaracion. Se
eliminaban asi los esfuerzos de liberales y progresistas que habian trabajado por la separacion
lglesia-Estado. En el Concordato se disefio una redistribucion de las diocesis
y sedes metropolitanas, y se reconodan a la lglesia los derechos de adquirir y de propiedad.
El art. 42 levanto las penas canonicas a los quc· « durante las pasadas circunstancias
hubiesen comprado en los dominios de Espafia bienes ecleshisticos »;
prohibia molestarles por ello « en ningtin tiempo ni manera por Su Santidad ni por
los sumos pontifices sus sucesores », a fin de que disfruten « segura y pacificamente
la propiedad de dichos bienes y sus emolumentos y productos ». Es decir, la desamortizacion
se asumi6 como un hecho « irreversible y consumado » 26 •
El segundo acontecimiento de la poHtica religiosa del s. XIX, la supresion de
las 6rdenes religiosas, no se resolvio en el Concordato. El art. 29, consciente de que
la supresi6n anterior no puede mantenerse, se mueve en la ambigiiedad. El gobierno
de S. M. « se propone mejorar oportunamente los colegios de misiones para Ultramar
»; se compromete a tornar «las disposiciones convenientes para que se establezcan
donde sea necesario »; pero habla solo de las congregaciones de San Vicente
y de San Felipe Neri y de « otra orden de las aprobadas por la Santa Sede». Incluso
cuando habla de « otra orden » aprobada no deja claro si el permiso de residencia
ha de darlo el obispo o el gobierno. Este problema aparece en la cronica como manifiesta
el ministro Arrazola al P. Loyodice.
El 18 de febrero de 1854 tuvo lugar « La Vicalvarada », sublevacion militar encabezada
por O'Donnell de caracter moderado-burgués. Se instituye asi el Bienio Progresista,
1854-1856. Su representante mas cualificado fue el ministro de Hacienda,
Pascual Madoz, que provoco la que algunos llaman segunda desarmortizacion, a pesar
del concordato vigente. Se produjo, una vez mas, la ruptura de relaciones con la
Santa Sede.
La desamortizacion de Madoz, 1855, afecto, principalmente, a los bienes del
clero secular, ordenes militares, cofradias, santuarios y obras pias. Entre otras razones,
porque el clero regular habia sufrido desamortizaciones sucesivas a lo largo
del s. XIX. 3.123 fincas del clero regular y 26.927 del clero secular fueron desamortizadas
por un valor de 49.878.414 de reales las primeras y 273.941.004 las segundas. «Hacienda,
por su parte, se incauto de 12.712 fincas del clero regular y otras 129.273
del secular » 27 •
Desde febrero de 1863 hasta septiembre de 1868 la situaci6n politica es muy
inestable y los cambios de gobierno constantes. El 2 de marzo de 1863, escasamente
un mes depués de la llegada de los redentoristas italianos, el Marqués de Miraflores
sucede en la jefatura del gobierno al generai O'Donnell que llevaba dnco afios en el
poder. El 16 de enero de 1864 le sucede Lorenzo Arrazola y unos dias mas tarde,
el 2 de febrero, Alejandro Mon. Ese mismo afio, el 12 de septiembre, Narvaez.
El 8 de diciembre de 1864 Pio IX publico la endclic;a Quanta cura y el Syllabus
que condenaban los principios basicos del liberalismo. La prensa catolica aplaudio
su publicacion, la progresista y liberai los rechazaron de plano por su oposicion al
progreso social e intelectual de la historia y por retroceder al oscurantismo medieval.
Narvaez, antiliberal convencido, hubiera aceptado sus planteamientos; como jefe de
gobierno resultaba mas dificil porque algunas de las proposiciones afectaban a los
privilegios historicos de la corona y al derecho publico de la naci6n espafiola. Se
condenaba el exequatur regio, imperante en la tradicion hispana; se condenaba la
prohibici6n que tenian los obispos de publicar los documentos romanos sin per-
26 Ibfd., 157, 719-730. A. MERCATI, Raccolta di concordati. Roma 1919, 770-779.
21 V. CARCEL ORTI, El liberalismo, 162. .