pdf intero - Sant'Alfonso e dintorni

Primerà cronica en Espaiia 345
Las J untas Revolucionarias. El espiri tu de la Revoluci6ri. se encarnaba en las
Juntas Revolucionarias que se crearon en todas las capitales de provincia y en la
mayorfa de las poblaciones importantes. Las decisiones del gobierno provisional afectaron,
de inmediato, a la Iglesia, apoyo de la monarqufa isabelina y enemiga declarada
del liberalismo. El 12 de octubre de 1868 fue suprimida la Compafifa de Jesus
y encautados sus bienes por el Estado. El 15 del mismo mes se derogo el decreto
de 25 de junio que permitfa a las comunidades religiosas « poseer y adquirir bienes ».
El 18 de octubre se extinguieron los monasterios y casas. religiosas de ambos sexos
fundados desde 1837 y sus propiedades pasaron al Estado. « Todas estas disposiciones
las dio el Gobierno Provisional bajo la presion y amenaza de las juntas revolucionarias
que dominaron la situacion basta el 20 de octubre de 1868, en que fueron
suprimidas » 35 •
Las Juntas Revolucionarias actuaron de diferente manera, desde la violencia y
el fanatismo a la moderacion. Los ejemplos de Huete y de Alhama lo confirman.
A pesar de la supresion, la de Huete se declaro « protectora » de los redentoristas.
La de Alhama fue mas radical como aparece en la cronica. El obispo de Cuenca,
Paya y Rico, escribfa al nuncio Franchi en octubre:
«La Junta revolucionaria de ésta ha sido menos destructora que las de otras
provincias; lo mismo ha sucedido respecto de las mas avanzadas de los pueblos de
la diocesis, y muchas de ellas se han puesto decididamente a nuestro lado. No ceso
de dar gracias a Dios Nuestro Sefior por el estado en que se conserva mi rebafio. A
la postre nos ha otorgado también el consuelo de darnos un gobernador sumamente
juicioso. jDios sea bendito por todo!
Esta actitud de la Junta me ha proporcionado el que de palabra y por escrito
haya podido manifestarla mi desaprobacion a actos que no· la meredan, y por bajo
mano contrarrestar y basta inutilizar muchas de sus disposiciones. Hasta ahora tengo
que deplorar tan solo: l 0 , la disolucion de la pequefia comunidad de filipenses de
ésta, pero sin perseguir a las personas, quedando la iglesia abierta al culto con todos
sus enseres, salvando los de la casa de los padres y conservando ésta para establecimiento
de ensefianza; 2°, la de los redentoristas de la ciudad de Huete, de los que
se declaro protectora la Junta de la misma, y esto saliendo los padres pata Francia
protegidos y auxiliados, salvando todo su mueblage, etc. y trabajando nosotros para
conservar iglesia y convento para mejor ocasion, y 3", la disolucion de la conferencia
de las sefioras de San Vicente de Paul, aunque ellas, segun mis instrucciones, continuaran
funcionando a titulo de beneficencia domiciliaria. El seminario, aunque sin
dotaci6n por ahora, esta ya en movimiento con todas sus catedras, como el afio anterior.
Ya ve V. E. que hay motivos para consolarnos. Los quebrantos de menor cuanda
que se han sufrido aquf y en los pueblos, se van subsanando poco a poco con
prudencia. ·
En cuanto al clero, la generalidad muy bien; solo unos poquitos bacia la parte
mas proxima al arzobispado de Valencia, han tonteado algo, mas bien por ignorancia
que por malicia, pues los que se han sefialado uniéndose a las Juntas son de los
mas ignorantes y atrasados. Aun asi estoy seguro de hacerles volver a su centro dentro
de poco» 36 •
35 V. CARCEL ORTI, El liberalismo, 236.
36 V. CARCEL, ORTI, Las obispos espanoles ante la Revoluci6n de 1868 y laPrimera
Republica, en « Hispania Sacra» 28 (1975) 345-346. Damos el texto de la carta del P. Etienne,
superior de Huete, al P. Generai, 16 de octubre de 1868: «Le 4 de ce mois fut
décretée la suppression de cette maison; le lendemain. El Président du comité révolutionnaire
de Huete reçut la notification officielle du décret, avec ordre de le mettre en exécution dans
le terme pérentoire de trois jours. Le président convoque aussit8t le comité et tous les
membres déclarèrent unanimement qu'il fallait considérer le décret comme non avenu, par
ce qùe l'expulsion des Pères serait un malheur pour le peuple. Séance tenante, ils rédigèrent
une exposition en notre faveur au coniité de Cuenca et qui fut signée par tous les 28 membres
du comité. Ils déclaraient dans cette exposition que sans manquer a la considération