28.02.2013 Views

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

Dios nos Cuida (1991) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[270]<br />

Un pronto auxilio, 17 de septiembre<br />

Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en<br />

él confían. Nahúm 1:7.<br />

Tenemos ricas promesas en la Palabra de <strong>Dios</strong>, si sólo creemos y confiamos<br />

en él. Estamos en peligro de confiar en nuestros pobres esfuerzos huma<strong>nos</strong>,<br />

y no poner nuestra confianza en <strong>Dios</strong>. Todos los que tengan algo que hacer<br />

en esta gran preparación de la obra de <strong>Dios</strong> para estos últimos días, deberían<br />

acercarse al Señor. Cuando <strong>Dios</strong> envía a sus obreros para que cumplan un<br />

cometido especial, ha prometido que será uno con ellos si están dispuestos a<br />

ser uno con él. Pero si se apartan de <strong>Dios</strong>, y tratan de hacer la obra mediante<br />

sus propias fuerzas, enfrentarán dificultades y desánimo a cada paso. Aquí<br />

tenemos la promesa de que al trabajar para el Señor él estará a nuestra diestra<br />

para ayudar<strong>nos</strong> y trabajar con <strong>nos</strong>otros.<br />

Sería la mayor insensatez del mundo si alguno se acreditara el éxito que<br />

podemos tener. Mientras más humildemente caminemos con <strong>Dios</strong>, más se<br />

manifestará él para ayudar<strong>nos</strong>. El Señor nunca quiso enviar a sus siervos a fin<br />

de que trabajaran para él frente a la oposición de Satanás y los ángeles impíos<br />

sin proporcionarles ayuda divina. La razón por la cual no tenemos más éxito<br />

en la obra consiste en que dependemos de nuestros propios esfuerzos en lugar<br />

de confiar en la ayuda que <strong>Dios</strong> <strong>nos</strong> quiere dar. Tenemos el privilegio de sentir<br />

nuestra debilidad, nuestra indignidad, y entonces solicitar la ayuda que <strong>Dios</strong><br />

ha provisto para <strong>nos</strong>otros. Podemos recurrir a la Palabra en medio de nuestra<br />

angustia, y mientras sentimos el peso de las almas sobre <strong>nos</strong>otros, podemos<br />

decir: “¡Aquí, Señor: Tú lo has prometido y yo creo en tu Palabra!”<br />

Debemos aprender a acudir a nuestro Padre celestial tal como un niño lo<br />

hace con sus padres terrenales. Nos dice: “¿Qué hombre hay de vosotros, que<br />

si su hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una<br />

serpiente? Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros<br />

hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los<br />

que le pidan?” Mateo 7:9-11...<br />

Aunque cada obrero de <strong>Dios</strong> debe cultivar sus facultades al máximo posible,<br />

no debe poner su confianza en ellas. Hagan de ustedes mismos todo lo que sea<br />

posible hacer, pero confíen el resto al Señor. *<br />

* Año bíblico: Oseas 5-9.<br />

286

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!