Antimaquiavelo o refutación del príncipe - digital-csic Digital CSIC
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ANTlMAQUIAVELO<br />
<strong>príncipe</strong>s pueden abusar de la gente para sus disimulos; comencemos<br />
por aquf.<br />
Se sabe muy bien hasta qué punto es curioso el público; es un<br />
animal que lo ve todo, que lo oye todo, Yque divulga cuanto ha visto<br />
y ardo. Si la curiosidad de este público examina la conducta de los<br />
particulares, es para entretener su ociosidad; pero cuando juzga el<br />
carácter de los prfncipes, lo hace siguiendo su propio interés. También<br />
los prfncipes se hallan expuestos, y más que el resto de los hombres,<br />
a los juicios y razonamientos de la gente; son como astros hacia los<br />
que un pueblo de astrónomos hubiese dirigido sus telescopios Y astrolabios;<br />
los cortesanos que les observan [de cerca] hacen cada dfa<br />
sus observaciones; un gesto, un guiño, una mirada les traiciona (3 J 1)*;<br />
y los pueblos se familiarizan con ellos a base de corlieturas; en una<br />
palabra, en tan escasa medida como el sol puede cubrir sus manchas,<br />
[la luna sus fases, saturno sus anillos] poco pueden hacer los grandes<br />
<strong>príncipe</strong>s por ocultar sus vicios y el fondo de su carácter a los ojos<br />
de tantos observadores.<br />
Aun cuando la máscara <strong>del</strong> disimulo cubriera por un tiempo la<br />
deformidad natural de un prfncipe, no podrfa conservar esta máscara<br />
continuamente, aunque sólo la levantase a veces para respirar; y una<br />
sóla ocasión puede bastar para contentar a los curiosos.<br />
El artificio y la simulación se instalarán, pues, en vano sobre los<br />
labios de este prfncipe; la astucia de sus discursos y de sus acciones<br />
le será inutiJ. No se juzga a los hombres por sus palabras, pues ése<br />
es el camino para equivocarse siempre, sino que se pondera el coniunto<br />
de sus acciones, cotejándose más tarde sus acciones y sus discursos,<br />
siendo esto algo contra lo que la falsedad y el disimulo no pueden<br />
nunca nada.<br />
No se es sino uno mismo; y es preciso tener de hecho el carácter<br />
que se desea ver reconocido por la gente; quien piense burlarse asf<br />
<strong>del</strong> público, no se engaña sino a sf mismo.<br />
(311) S: ..... los astros que los astrónomos observan. La corte hace sus observaciones<br />
a diario, un guiño, una mirada, un gesto, les traiciona". Al comienzo<br />
<strong>del</strong> tercer acto de su Edipo. Voltaire escribirá: "Una sola palabra. un suspiro. un<br />
guiño nos traiciona'"<br />
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