Los procesos de Moscú - Marxistarkiv
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Tugan – Baranovski, consi<strong>de</strong>rábamos el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l capitalismo, en su tiempo, como un<br />
fenómeno <strong>de</strong> progreso, como un hecho positivo. Pero existe una diferencia entre la posición<br />
<strong>de</strong> Struve, la <strong>de</strong> Tugan – Baranovski y la nuestra. Struve y Tugan – Baranovski recomendaban<br />
servir al capitalismo; mientras que para la social<strong>de</strong>mocracia se trataba <strong>de</strong> otra cuestión,<br />
teníamos otras tareas: organizar la lucha contra el capitalismo, para preparar a sus<br />
enterradores. Y he aquí que hoy <strong>de</strong>bemos ponernos precisamente al servicio <strong>de</strong>l Estado<br />
stalinista, no para ayudar a edificar el Estado, sino para convertirnos en los sepultureros <strong>de</strong><br />
este Estado: ésta es precisamente nuestra tarea.<br />
Seguidamente, dijo que muchos <strong>de</strong> nosotros, trotskistas, habíamos sido arrastrados hasta<br />
aquella situación por la ilusión <strong>de</strong> que se podrían emplear ciertos métodos <strong>de</strong> lucha a fin <strong>de</strong><br />
organizar a las masas. La organización <strong>de</strong> la lucha <strong>de</strong> masas era imposible, en primer lugar<br />
porque las masas obreras y las masas campesinas, esencialmente, se encontraban en aquellos<br />
momentos hipnotizadas por la prodigiosa transformación que se llevaba a cabo en el país, y<br />
que ellas consi<strong>de</strong>raban como la edificación <strong>de</strong>l socialismo. Cualquiera que fuera nuestra<br />
tentativa en esta dirección, sería una tentativa completamente <strong>de</strong>sesperada; conduciría pronto<br />
al hundimiento total, a la liquidación <strong>de</strong> los cuadros trotskistas, relativamente poco<br />
numerosos, con que contábamos en el país. Por esto, se trataba <strong>de</strong> otra cosa; se trataba la<br />
plena aceptación <strong>de</strong> la palabra, <strong>de</strong> un golpe <strong>de</strong> Estado, con todas las consecuencias que<br />
pudieran <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse, tanto en el terreno <strong>de</strong> la táctica como en el <strong>de</strong> los procedimientos <strong>de</strong><br />
lucha.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que, como él había dicho anteriormente, al adoptar esta postura no podíamos<br />
renunciar a los procedimientos inherentes a su apreciación <strong>de</strong> la situación general y <strong>de</strong> la<br />
orientación general, procedimientos que <strong>de</strong>bían permitir resolver <strong>de</strong>l modo más efectivo este<br />
problema, es <strong>de</strong>cir el <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrocar mediante un golpe <strong>de</strong> Estado al gobierno existente e<br />
instaurar otro gobierno. Insistió sobre este tema en varias ocasiones. Yo sólo puedo referir lo<br />
esencial <strong>de</strong> la conversación, pues en estos momentos me es muy difícil exponerla con<br />
exactitud estenográfica. Insistió varias veces sobre este tema, diciendo: diferís <strong>de</strong>masiado las<br />
cosas, no se nos han concedido muchos plazos; se trata <strong>de</strong> plazos relativamente cortos; si<br />
sobrepasamos estos plazos, si <strong>de</strong>jamos escapar el momento, se planteará, por una parte, el<br />
problema <strong>de</strong> la liquidación total <strong>de</strong>l trotskismo en el país, y por otra la persistencia <strong>de</strong> la<br />
monstruosa existencia, así dijo, durante <strong>de</strong>cenas <strong>de</strong> años, <strong>de</strong>l Estado stalinista, que se apoya<br />
en ciertas realizaciones económicas y sobre todo en los nuevos cuadros jóvenes, que han<br />
crecido y se han educado en la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que este Estado es una cosa que funciona por sí misma,<br />
un Estado soviético socialista, y que nunca han soñado con otro Estado y no pue<strong>de</strong>n<br />
imaginárselo; nuestra tarea consiste, pues, en oponernos nosotros mismos a este Estado.<br />
Tal es la filosofía <strong>de</strong> Trotsky.<br />
VYCHINSKI: ¿Y la práctica?<br />
PIATAKOV: Ambas están estrechamente unidas. Trotsky <strong>de</strong>cía que la guerra estaba próxima;<br />
que sabía perfectamente que la cuestión no se resolvería en cinco años, sino en un breve<br />
espacio <strong>de</strong> tiempo. Entonces me dijo que ocurriría en el año 1937; era evi<strong>de</strong>nte que él no se<br />
había inventado esta información. Por todo ello, los cuadros <strong>de</strong> saboteadores y <strong>de</strong> agentes <strong>de</strong><br />
diversión no tenían que prepararse <strong>de</strong> una manera general, sino para trazar una línea <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>marcación entre el Estado stalinista y la organización trotskista, para po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>cir, llegada la<br />
ocasión: nosotros no somos el Estado soviético, ésta <strong>de</strong>be ser nuestra primera tarea; la otra –<br />
más práctica – <strong>de</strong>be consistir en formar cuadros para una guerra eventual, es <strong>de</strong>cir, preparar<br />
agentes <strong>de</strong> diversión y <strong>de</strong> <strong>de</strong>strucción, auxiliares para la ofensiva fascista contra la Unión<br />
Soviética.<br />
VYCHINSKI: ¿Era ésta la parte práctica?