Los procesos de Moscú - Marxistarkiv
Los procesos de Moscú - Marxistarkiv
Los procesos de Moscú - Marxistarkiv
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
VYCHINSKI: ¿De un modo algo distinto?<br />
52<br />
IAGODA: No <strong>de</strong> esta manera, pero esto no tiene importancia.<br />
VYCHINSKI: ¿Dio usted la or<strong>de</strong>n?<br />
IAGODA: La había confirmado.<br />
VYCHINSKI: La había confirmado. Siéntese. 18<br />
A lo largo <strong>de</strong> su propio interrogatorio, Iagoda aña<strong>de</strong> interesantes <strong>de</strong>talles:<br />
IAGODA: En primer lugar, está el asesinato <strong>de</strong> Kirov. ¿Cómo sucedieron las cosas? En verano<br />
<strong>de</strong> 1934 Enukidze me informó <strong>de</strong> la <strong>de</strong>cisión tomada por el centro <strong>de</strong>l “bloque <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechistas<br />
y <strong>de</strong> trotskistas”, relativa a la organización <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong> Kirov. Rykov había tomado parte<br />
directa en esta <strong>de</strong>cisión. Este comunicado me dio a conocer, sin lugar a dudas, que grupos<br />
trotskistas – zinovievistas terroristas preparaban concretamente este asesinato. Es inútil <strong>de</strong>cir<br />
que intenté poner algunas objeciones; aduje una serie <strong>de</strong> argumentos sobre la inanidad, sobre<br />
la inutilidad <strong>de</strong> este acto terrorista. Incluso llegué a formular el argumento <strong>de</strong> que, en relación<br />
con este acto <strong>de</strong> terrorismo perpetrado contra la persona <strong>de</strong> un miembro <strong>de</strong>l Gobierno, yo<br />
sería el primero sobre quien recayeran las responsabilida<strong>de</strong>s, puesto que era el responsable <strong>de</strong><br />
la salvaguardia <strong>de</strong> los miembros <strong>de</strong>l Gobierno. No hace falta insistir sobre el hecho <strong>de</strong> que<br />
mis objeciones no fueron tenidas en cuenta, que no tuvieron ningún efecto. Enukidze insistía<br />
para que yo no opusiera ningún obstáculo al acto terrorista, el cual, <strong>de</strong>cía, sería ejecutado por<br />
un grupo trotskista – zinovievista. En consecuencia, fui obligado a invitar a Zaporojets, que<br />
ocupaba el cargo <strong>de</strong> jefe adjunto <strong>de</strong> la Sección <strong>de</strong>l Comisariado <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong> Asuntos<br />
Interiores, en Leningrado, a no poner obstáculos a la ejecución <strong>de</strong> un acto <strong>de</strong> terrorismo contra<br />
la persona <strong>de</strong> Kirov. Al cabo <strong>de</strong> cierto tiempo, Zaporojets me informó <strong>de</strong> que miembros <strong>de</strong>l<br />
Comisariado <strong>de</strong>l pueblo para Asuntos Interiores habían <strong>de</strong>tenido a un tal Nikolaiev, que<br />
llevaba consigo una pistola y el itinerario <strong>de</strong> Kirov. Nikolaiev fue puesto en libertad. Poco<br />
tiempo <strong>de</strong>spués, Kirov era asesinado por el mismo Nikolaiev. 19<br />
Bulanov revela al tribunal ciertas confi<strong>de</strong>ncias <strong>de</strong> Iagoda:<br />
BULANOV: En la primera mitad <strong>de</strong> 1936, supe por primera vez que Iagoda había tenido<br />
conocimiento, en su día, <strong>de</strong>l modo en que había sido organizado el asesinato <strong>de</strong> Kirov.<br />
Un día entré, como hacía siempre, sin hacerme anunciar, sin avisar, en el <strong>de</strong>spacho <strong>de</strong> Iagoda;<br />
lo encontré en un estado <strong>de</strong> extrema excitación, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> una conversación con Molchanov.<br />
Cuando Molchanov se hubo marchado, Iagoda irritado exclamó: “Tengo la impresión <strong>de</strong> que<br />
Ejov va a <strong>de</strong>senterrar también el asunto <strong>de</strong> Leningrado.” Luego, más calmado, aunque<br />
generalmente no me ocultaba nada, me advirtió <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> guardar rigurosamente en<br />
secreto la confi<strong>de</strong>ncia que iba a hacerme, y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberme prometido veinte o cuarenta<br />
veces que me haría saltar los sesos “si hablaba”, me dijo que había estado al corriente <strong>de</strong> los<br />
preparativos <strong>de</strong>l atentado contra S. M. Kirov, me dijo que tenía en Leningrado a un hombre<br />
seguro, al corriente <strong>de</strong> todo – el jefe adjunto <strong>de</strong> la Sección <strong>de</strong>l Comisariado <strong>de</strong>l pueblo <strong>de</strong><br />
Asuntos Interiores para la región <strong>de</strong> Leningrado, Zaporojets. Me dijo que éste había<br />
organizado las cosas <strong>de</strong> forma que el asesinato <strong>de</strong> Kirov por Nikolaiev fuera cometido con la<br />
anuencia y por tanto el apoyo <strong>de</strong> Zaporojets.<br />
Recuerdo que Iagoda me dijo, entre otras cosas, que había reprendido a Zaporojets por su falta<br />
<strong>de</strong> habilidad; pues por poco no se <strong>de</strong>scubrió todo entonces; algunos días antes <strong>de</strong>l asesinato <strong>de</strong><br />
Kirov, la guardia <strong>de</strong>tuvo por error a Nikolaiev, en cuya cartera se encontró una libreta <strong>de</strong><br />
notas y una pistola. Zaporojets or<strong>de</strong>nó que se le pusiera en libertad inmediatamente.