Los procesos de Moscú - Marxistarkiv
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KRESTINSKI: Pero esto era en un momento en que, en general, yo lo negaba todo; ya he<br />
expuesto los motivos.<br />
VYCHINSKI: No le hago a usted ningún reproche. Simplemente quería <strong>de</strong>jar bien sentado el<br />
hecho.<br />
KRESTINSKI: Cuando, el primer día, negaba mi culpabilidad, incapaz <strong>de</strong> reconocerla<br />
públicamente, era natural que negara las <strong>de</strong>claraciones <strong>de</strong> Rosengoltz y Bessonov; era una<br />
consecuencia lógica.<br />
VYCHINSKI: Pero reconozca que con esto colocaba a Bessonov en situación <strong>de</strong> embustero.<br />
KRESTINSKI: ¿Y qué más daba? También yo mentía. Si pu<strong>de</strong> llegar yo mismo a la situación <strong>de</strong><br />
embustero, ¿por qué iba a hacer remilgos con los <strong>de</strong>más?<br />
VYCHINSKI: Tal es su lógica.<br />
KRESTINSKI: Cuando le dije que quería ver a Trotsky, me contestó que la cosa era posible; le<br />
dije que permanecería en Kissingen hasta finales <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong> septiembre, y en Meran hasta el<br />
10 <strong>de</strong> octubre aproximadamente; le di la dirección <strong>de</strong>l sanatorio <strong>de</strong> Kissingen don<strong>de</strong> tenía<br />
costumbre <strong>de</strong> alojarme y también mi dirección en Meran. Había estado en el mismo hotel en<br />
dos ocasiones y suponía que continuaba existiendo. Le dije que sería fácil encontrarme en<br />
aquella dirección (viajaba con mi verda<strong>de</strong>ro nombre). Estaba aún en Kissingen cuando<br />
Bessonov me telefoneó para comunicarme que la entrevista tendría lugar en Meran. Durante<br />
este tiempo, me había hecho confirmar, por mi parte, que el hotel en que me había hospedado<br />
hacía ocho años existía aún; era el hotel Baviera. Trotsky llegó a Meran hacia el 10 <strong>de</strong><br />
octubre; le acompañaba Sedov. Según Bessonov, Raich no fue con él. Al menos, yo no oí<br />
hablar <strong>de</strong> ello. Sólo vi al padre y al hijo.<br />
VYCHINSKI: ¿Y al espíritu santo?<br />
KRESTINSKI: No lo vi. El espíritu santo...<br />
VYCHINSKI: ¿Volaba encima <strong>de</strong> usted?<br />
KRESTINSKI: O estaba en París, si es que pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarse a Raich como al espíritu santo.<br />
Trotsky vino, según me dijo, con un pasaporte francés falso, siguiendo el itinerario <strong>de</strong> que<br />
había hablado Bessonov, es <strong>de</strong>cir, por la frontera franco – italiana, y no por Suiza y Alemania.<br />
Las cuestiones que nos preocupaban en <strong>Moscú</strong>, Trotsky las daba como <strong>de</strong>finitivamente<br />
resueltas, y él mismo abordó la exposición <strong>de</strong> sus instrucciones sobre este tema. Declaró que,<br />
puesto que nuestra organización se había convertido, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1929, en una organización<br />
subversiva, la toma <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r sólo podía realizarse, evi<strong>de</strong>ntemente, por la fuerza. Pero, sola,<br />
nuestra organización era incapaz <strong>de</strong> realizar un golpe <strong>de</strong> Estado. Era indispensable que nos<br />
pusiéramos <strong>de</strong> acuerdo directamente con algún país burgués. Recalcó que nuestro acuerdo con<br />
la Reichswehr podía consi<strong>de</strong>rarse como el embrión <strong>de</strong> un acuerdo <strong>de</strong> este tipo, pero que en<br />
modo alguno podía satisfacer ni a los trotskistas ni a los alemanes, y esto por dos motivos. En<br />
primer lugar porque, llegado el caso, trataríamos sólo con la Reichswehr, y no con el gobierno<br />
alemán en su conjunto. Y, si durante los gobiernos anteriores la Reichswehr jugaba un papel<br />
<strong>de</strong>cisivo y se podía tratar con ella como con el mismo gobierno, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la subida al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong><br />
Hitler – y dados los esfuerzos que Hitler hizo por someter a la Reichswehr y la actitud <strong>de</strong><br />
<strong>de</strong>sconfianza que algunos dirigentes <strong>de</strong> la Reichswehr adoptaron frente a la penetración <strong>de</strong><br />
Hitler en ella – ya no se le podía i<strong>de</strong>ntificar con el gobierno alemán; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces había que<br />
intentar tratar con el gobierno alemán en conjunto. Primer punto.<br />
Segundo. ¿En qué consistía nuestro acuerdo con la Reichswehr? Nos pagaban cierta cantidad<br />
no muy gran<strong>de</strong>, y a cambio les hacíamos llegar <strong>de</strong>terminadas informaciones <strong>de</strong> espionaje que