16.04.2013 Views

Porque Agoniza El Cristianismo

Porque Agoniza El Cristianismo

Porque Agoniza El Cristianismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

para pasmo de los cristianos— mueran crucificados. Todo este<br />

interesantísimo aspecto psíquico y jungiano de nuestra idea de Dios<br />

y de la «redención», lo traté más detenidamente en mi libro<br />

Parapsicología y Religión, y por ello remito al lector a lo que allí<br />

escribí.<br />

<strong>El</strong> lector cristiano no dejará de extrañarse al saber que Crish-na<br />

(la encarnación de la segunda persona de la trinidad hindú y<br />

prácticamente el Cristo del Oriente) murió también crucificado y su<br />

costado fue traspasado por una saeta. Y lo curioso es que su<br />

sacrificio por la humanidad fue por lo menos mil años antes que el<br />

de nuestro Jesucristo.<br />

<strong>El</strong> pecado original<br />

Es también notable el aspecto de «salvación», de «redención»<br />

y «sacrificio» que todos estos avatares predican y practican. Uno no<br />

puede menos de preguntarse: ¿por qué tanto sacrificio?, ...salvarnos<br />

¿de qué? En el cristianismo hay una respuesta categórica a estas<br />

preguntas: salvarnos de nuestros pecados; porque somos pecadores<br />

por naturaleza, una vez que nacemos en pecado (el pecado original) y<br />

que no podemos vivir sin pecar. Sin esta salvación, indefectiblemente<br />

nos condenaríamos eternamente en el infierno.<br />

La sana lógica se resiste a admitir semejantes «verdades». En la<br />

jurisprudencia por la que se rigen todas las naciones civilizadas se<br />

presume que cualquier persona, incluso aquellas que han sido<br />

acusadas ante un tribunal, es inocente hasta que no se pruebe lo<br />

contrario. En el cristianismo sucede todo lo contrario: todos<br />

somos culpables a priori, y de ahí que necesitemos alguien que nos<br />

«redima» de nuestra culpa y nos «salve» del castigo que nos<br />

amenaza. De la misma manera, en la jurisprudencia de las naciones<br />

civilizadas hay siempre una proporción entre el delito y la pena. En<br />

el cristianismo tal relación no existe, pues el infierno con el que se<br />

amenaza a los pecadores supera todas las maldades que pueda<br />

cometer esta pobre hormiga cósmica llamada hombre. Y uno sigue<br />

preguntándose con esta inteligencia que Dios nos ha<br />

150

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!