Porque Agoniza El Cristianismo
Porque Agoniza El Cristianismo
Porque Agoniza El Cristianismo
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
que para mí es la gran oportunidad de mi vida y que sólo puedo realizar<br />
plenamente siendo teólogo católico en el marco de mi facultad<br />
teológica.»<br />
De nuevo Hans Küng nos deja esperando las razones doctrinales<br />
de su fidelidad al catolicismo. Si antes nos habló de sus<br />
raíces, ahora nos habla de su tarea; pero en ningún momento<br />
cuestiona su doctrina, cuando él más que nadie conoce sus tremendos<br />
fallos, los ha señalado y los ve patentes en el enorme<br />
desgarramiento que aqueja a la cristiandad desde hace muchos<br />
siglos.<br />
No cuestiona su fe por la misma causa o por el mismo inconsciente<br />
mecanismo psíquico por el que la mamá no es capaz de ver la<br />
fealdad o la deformidad de su hijo; su amor se sobreimpone a su<br />
razón y la domina haciéndole ver bello o normal lo que todo el<br />
mundo ve feo.<br />
Yo estoy con Hans Küng en su resistencia al juridicismo, al<br />
triunfalismo y al centralismo de la iglesia de Roma, y me doy<br />
cuenta de que lo que está principalmente en juego en este artículo<br />
suyo no es la exposición de sus razones hondas para ser cristiano<br />
sino la defensa de su posición como teólogo católico. Pero por otro<br />
lado le achaco que en toda la grave crisis por la que ha tenido que<br />
pasar, en ningún momento lo veo dudar de su fe, cuando él mismo<br />
nos da en sus libros tantos datos para dudar de ella.<br />
Otro síntoma notable en el caso Hans Küng es la reacción de<br />
la jerarquía. La doctrina cristiana, tal como la expone el teólogo<br />
suizo, es una tabla de salvación —acaso la última— para el dogma<br />
católico; pero la jerarquía no quiere asirse de ella. En realidad no<br />
puede asirse de ella, porque tal como más adelante veremos, está<br />
prisionera de sí misma.<br />
Es cierto que Hans Küng fuerza el dogma; y esto es un gran<br />
pecado para todos aquellos que ven al dogma como algo intocable<br />
y rígido. Pero el teólogo suizo fuerza el dogma, lo mismo que el<br />
niño fuerza las entrañas de su madre para nacer. Acaba de una<br />
manera un poco violenta con un estado que fue bueno durante<br />
nueve meses, pero que sería mortal de ahí en adelante. Todas las<br />
ideas que el hombre se hace de Dios y de todo lo que con Él se<br />
25