16.04.2013 Views

Porque Agoniza El Cristianismo

Porque Agoniza El Cristianismo

Porque Agoniza El Cristianismo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

de un verdadero padre. Un padre normal no castiga los errores de sus<br />

hijos con la saña y con la frecuencia con que lo hace Yahvé; con la<br />

gran diferencia de que un padre normal es poco más o menos tan<br />

imperfecto como su hijo mientras que Yahvé se supone que es<br />

infinitamente superior a los hombres y por lo tanto es de esperar<br />

que sea infinitamente más paciente, mejor educador, más tolerante,<br />

mejor conocedor de la naturaleza humana, etc., etc.<br />

La ira de Dios<br />

No es raro encontrarnos en los primeros libros de la biblia con<br />

párrafos que terminan de esta o parecida manera: «y en aquella<br />

plaga murieron veinticuatro mil...», «... habían perecido en aquel<br />

castigo catorce mil setecientos, sin contar los que murieron por lo de<br />

Coré...». «Ycuando se hubo aplacado Yahvé, cesó la mortandad en<br />

el pueblo...», etc., etc. Si hemos de ser fieles a lo que leemos en la<br />

biblia, los muertos causados por Yahvé, —bien sea para abrir paso a<br />

los israelitas entre los otros pueblos, bien sea entre su propio pueblo<br />

como castigo a sus infidelidades— superan los dos millones de<br />

personas; alguien que ha tenido la paciencia de contarlos, nos asegura<br />

que los muertos causados por Yahvé, si nos atenemos a lo que dice la<br />

biblia, son exactamente 2.169.350. Dejo al investigador mexicano<br />

Luis Andrés Jaspersen, de San Luis Potosí, la responsabilidad y la<br />

exactitud de este cómputo; pero aunque no fuesen tantos, como<br />

quiera que sea, salta a la vista que el «benigno y misericordioso» no<br />

lo era tanto como él se creía.<br />

Un padre normal insiste mucho más en los consejos, en las<br />

alabanzas y en los premios, que en las amenazas y en los castigos. No<br />

así Yahvé. En el capítulo 26 del Levítico ordena severamente a su<br />

pueblo que no haga estatuas de ídolos y que guarde el sábado.<br />

Inmediatamente —tal como haría un padre que conociese las<br />

elementales reglas de la pedagogía— anima a su pueblo al cumplimiento<br />

de estos mandatos con bendiciones y con alicientes:<br />

174

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!