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Estuve a punto de preguntarle por su cuerpo. Si lo que me mandaban era un guiñapo mutilado, destrozado, sin rostro. Pero pensé que a mi madre ésto le habría importado realmente poco. Como también decía - cuando le vaticinaba que moriría antes que ella, preso en mis frecuentes crisis existenciales - que era de lo único que no estaba dispuesta a hablar porque jamás estaría preparada para mi muerte. - Además, Matt, no querrás perder la posibilidad de heredar algo - añadía entonces con sorna -, siempre me has parecido muy interesado por nuestra situación económica. - Cierto - le contestaba yo entonces quisquilloso – pero, ya que estás tan generosa y dispuesta a hacerlo, hazlo pronto. Antes de que te conviertas en una vieja insoportable. Más, quiero decir. - Es una posibilidad que me permitiría no sobrepasar los cuarenta años, con lo que hoy sería un cadáver casi joven evitándome, además, la ardua obligación de adaptarme a la sociedad que se vislumbra para el próximo milenio - me había dicho una tarde de domingo poco antes de su viaje a Kosovo mientras se estiraba en el sofá después de una plácida siesta. 3
- Bien, mami, dejemos esta conversación sin interés y, dado que regresarás a darme la lata ¿por qué no me haces un anticipo antes de irte? Estoy en las últimas. - Diez días suman cuatrocientos francos para todo, transporte incluido. - He dicho un adelanto a cuenta de mi herencia, no de mi asignación. - Ya lo he entendido, ¿o acaso crees que heredarás más? - ¡Qué burra eres! - Seguro. Pero si en lugar de volver viva, entera y coleando, te envían mi fiambre, no olvides quemarlo. Se fue el 28 de abril de 1999. La madrugada del 9 de mayo me llamaba Bonny Spencer. Mi madre había muerto aproximadamente a las 3 de la tarde del día anterior. Hasta que amaneció, esperé despierto una llamada que reparara la noticia. Serían las siete cuando llamé a mi abuela Solange, sintiéndome roto por mí mismo, y por tener que hacerle tanto daño. - La traen esta tarde, abuela. Mi abuelo ni se enteró. Enfermo de Alzheimer, vivía recluido en sus habitaciones mientras su mente navegaba por laberintos confusos. - Tal vez sería mejor que te quedaras en casa, abuela. Descansa para ir esta tarde al crematorio - le dije mientras comíamos. 4
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3. Elías estuvo diez días fuera d
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entre Max y Yael. Lo que me hizo pe
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nuestro rito de fumar como carreter
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eproches al ver la impunidad con la
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preocupados fue uno que me quedé e
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- Ya me fui una primera vez cuando
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miedo. Aunque lo que más me asombr
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no sin antes cambiar de página. Un
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entre ellas había alguna de la fam
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Céfiro 1. El primer domingo de abr
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de que su cuñado perdiera el mundo
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pero tenía los ojos clavados en Pe
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camarero que llevaba una bandeja co
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Es decir, Xavier Borés no se habí
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le contesté que no tenía ni la me
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ebasado los cuarenta que cada día
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enfadó como otras veces al ver que
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- ¿Esa es tu preocupación? Pues t
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4. Nada más entrar en nuestra nuev
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A las dos plantas superiores se acc
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Mamá encontró a Marcia por el enc
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muy bien, Mateo: con trajes bien co
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escuela; y a ambos dibujando, senta
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que dura ya diez años, a la pobre
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durar mucho y que entonces todos vo
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en Vic. En definitiva, la verdad. O
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dedicándole a las personas recepto
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Mi madre desapareció entonces en l
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- No te preocupes Matt, sólo está
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Al entierro de Alain, apenas acudim
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2. Durante nuestro último trimestr
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mucho en mi favor. Y perdóname, s
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3. La tercera semana de junio llega
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- Está bien Yael, no te lo voy a d
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- No lo sé - le contesté irritado
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- Lo que sucede es que las mujeres
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amigos, anunció que se quedaría a
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4. Cuando el 30 de julio regresé a
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le enciende la pipa. Si tenemos en
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filtrando por todos los rincones co
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imprescindibles de forma que casi l
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los abuelos me permitían salir sol
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cuenta de cuán rápidamente se hab
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ellos renegaban porque les parecía
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- Oye Pere, que a los chicos no les
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- No, Mateo, las cosas no se deben
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Eran más de las ocho cuando llegá
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3. La tarde que mamá había quedad
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alto, extremadamente delgado y sól
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Aquellos planes significaban el fin
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- Mi único amigo es Batiste, pero
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nos querían a ninguno rondando por
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No era un hombre alto Elías, pero
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posiblemente, no los volvería a ve
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La vida no me podía parecer mejor.
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opíparamente. Mamá y Chuavertin h
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únicamente, entre seis y ocho, se
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con mi padre y mi hermana, la casua
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comentándolo con mamá, me dijo qu
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- Sí sabe. Es más, pienso que Mau
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idealizado, pero le falta carisma y
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ien. además, la promesa de pasar l
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familia que te cae bien, no quiere
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2. Cuando llegó mi tiempo junto a
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mejores de cuantas había pasado en
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3. El 25 de julio nos reunimos todo
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Desde el balcón vimos a Elías pas
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4. Encontré a Blanche esperándome
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variante de que ahora eran blancas
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una hora de retraso. La quise porqu
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5. En otoño, regresé al colegio;
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De camino a casa le pedí a mamá s
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mi abuelo? Y si era él, ¿cuántas
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abuelo y que en aquella sala estaba
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- ¿Te imaginas a los abuelos, a lo
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6. Permanecimos una semana más en
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vinilo extraordinaria. Pero yo con
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- Sí, la abuela me gusta mucho. -
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una maravilla, sólo nació mi padr
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mujer envidiada por su belleza y re
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Girante 1. Cuando llegamos a Barcel
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- ¿De verdad mataste a esa señora
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Me acordé de Mich y también de Ba
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- Pues yo no conocí estas calles h
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2. El reencuentro de mi madre con l
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estaurante junto al mar y el viento
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que evidenciaba su enorme y especia
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película apasionadamente, prolonga
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vertiginoso y mínimo vestido rojo,
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Yo pasé mi verano en Cadaqués so
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de inmediato o me iba a la puta cal
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llevaba dos horas con la abuela hab
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- Ya lo hizo. Y sin embargo aquí e
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4. Encontré a Yael esperándome en
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cobardes y me temo que es verdad. A
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abuelos y, sin embargo, esa tristez
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quitara el título, la casa y todos
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- No tardes tanto en venir, me dijo
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uno y otro lado en condiciones prec
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- Pues claro que no, Matt. Ese para
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extraordinaria ubicación lo salva
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- Claro, Matt, eso te sucede porque
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- Pero chiquillo, ¿cuántos años
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- Mira Matt, no estoy de humor para
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2. Yael aceptó rendida la decisió
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lógico trasladarnos a este piso. S
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se entreabría justo a la altura de
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- No empieces a atacar una vez más
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hice algo más que casarme con tu p
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3. Dos días antes de Navidad, me l
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cierta. Cuando nos conocimos se nos
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Ahora son suyos la casa y el jardí
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exilio no había vuelto a poner los
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sábado, que yo esperaba risueño,
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pararía hasta dar con ella. Entonc
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5. Comimos con los suegros de Mich
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edondas, como había sido Mich, y u
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tarde, salió por la portería del
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- Lo siento, tengo mucho trabajo y
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Al fin pude prometerle a Yael que i
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- Resistiré hasta septiembre, Mate
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gobernarlo pero esta mujer podía h
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quiere decir que, de alguna forma,
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- A mi tía no la educaron para pro
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Hugo se había cortado la melena de
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3. Si aquel año hubo algo extraord
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- Sí, pero es muy grandota. Mi pad
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Claro. El 25 de agosto mamá y yo
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4. En octubre el Pato me dijo que h
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- Dos: el chico se llama como yo, A
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En cuanto al abuelo, al bar sólo f
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- Pues no sé cómo, cheri, tenemos
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apenas ve. Sin olvidar que esta hab
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No niego que mi pasión de Edipo me
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promocionarme, de conseguirme un no
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el sueño. De repente, después de
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dilación. sola con ese acento de f
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uno sobre manicomios y enfermedades
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desastre>, me anunció acertando po
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2. Desde la conversación en París
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abuelo, no puso los pies en la habi
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segundos temí que mi madre hubiera
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que apenas la reconocimos. En cuant
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4. “Alexandra, qué difícil ser
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finalizaron con el estruendoso epis
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primera vez, que dejaba Londres par
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previos a dejar Londres para instal
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llegaría la última primavera de M
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debiera decírtelo, pero estabas ra
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- Bueno, pero al segundo siguiente,
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la mujer mundana y feliz que podía
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y a Elías con los abuelos. Encontr
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llorar de deseo no poder amarte la
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- No puedo, Matt. ¿O acaso crees q
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- Yael, deja de llorar - le dije ap
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Kirie 1. Recogí las cartas pisotea
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esa otra vida sabía que, de forma
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historia dice que no hay más exper
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- Creo que lo que debe ser más imp
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- Además, Matt, ¿no crees que deb
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- Pronto empezarás tus clases en e
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Antes de acostarnos, fuimos a despe
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3. El tiempo que transcurrió hasta
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invierno del 98, mamá trasladó a
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ahora que nadie pretende que toque
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4. Veo a mi ahijado cada año. Es u
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Mientras el futuro llega, Elías co
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en un país que supuestamente me pe
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Asunto: Libro Fecha: Thu 14 Mars 20
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infinitas cualidades y de su dispon
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York donde tal vez me instale el pr
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un libro. - Casi tres. - Pues, te p
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