27.04.2013 Views

la_experiencia_de_leer

la_experiencia_de_leer

la_experiencia_de_leer

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

indumentaria, los artefactos, <strong>la</strong> comida, <strong>la</strong>s casas, los trabajos y el tono han<br />

<strong>de</strong> ser los <strong>de</strong> todos los días. Sin duda, esto se explica en parte por <strong>la</strong><br />

acentuada inercia <strong>de</strong> su fantasía: sólo son capaces <strong>de</strong> aceptar <strong>la</strong> realidad <strong>de</strong> lo<br />

que ya han encontrado miles<br />

<strong>de</strong> veces en los libros y cientos <strong>de</strong> veces en <strong>la</strong> vida. Sin embargo, hay una<br />

causa más profunda.<br />

Aunque no confundan su fantasía con <strong>la</strong> realidad, quieren sentir que lo que<br />

fantaseen pueda ser real. La lectora no cree que atraiga <strong>la</strong>s miradas <strong>de</strong> todos,<br />

como <strong>la</strong> heroína <strong>de</strong>l libro que está leyendo; pero quiere sentir que, si tuviera<br />

más dinero, y, por tanto, mejores ropas, joyas y cosméticos, y mejores<br />

oportunida<strong>de</strong>s, podría atraer<strong>la</strong>s. El lector no cree que sea rico ni que haya<br />

triunfado en <strong>la</strong> vida; pero con sólo ganar una quinie<strong>la</strong>, si no se necesitara<br />

talento para hacer fortuna, podría conseguirlo. Sabe que su sueño no se ha<br />

realizado; lo que pi<strong>de</strong> es que, en principio, sea realizable. Por eso basta <strong>la</strong><br />

mínima aparición <strong>de</strong> un elemento notoriamente imposible para aguarle <strong>la</strong><br />

fiesta. Toda historia que refiera cosas prodigiosas, fantásticas, le dice, en<br />

forma implícita, lo siguiente: «Sólo soy una obra <strong>de</strong> arte. Debes tomarme como<br />

tal: <strong>de</strong>bes gozar <strong>de</strong> mí por lo que soy capaz <strong>de</strong> sugerir, por mi belleza, por mi<br />

ironía, por mi invención, etc. No se trata en absoluto <strong>de</strong> que esto pueda<br />

suce<strong>de</strong>rte a ti en <strong>la</strong> vida real». Entonces <strong>la</strong> lectura -este tipo <strong>de</strong> lectura-pier<strong>de</strong><br />

todo interés. Si el lector no pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse: «Algún día -¿quién sabe?- esto<br />

podría suce<strong>de</strong>rme», <strong>la</strong> lectura ya no tiene razón <strong>de</strong> ser. Por tanto, hay una<br />

reg<strong>la</strong> que siempre se cumple: cuanto más coincida <strong>la</strong> manera <strong>de</strong> <strong>leer</strong> <strong>de</strong> una<br />

persona con <strong>la</strong> fantasía egoísta, mayor será su apetencia <strong>de</strong> un realismo<br />

superficial, y menor <strong>la</strong> atracción que sobre el<strong>la</strong> ejerza lo fantástico. Desea que<br />

<strong>la</strong> engañen, al menos por un momento, y para ello es imprescindible que<br />

subsista cierta semejanza con <strong>la</strong> realidad. Cuando se construyen fantasías<br />

<strong>de</strong>sinteresadas, pue<strong>de</strong> soñarse con el néctar y <strong>la</strong> ambrosía, con pan mágico y<br />

con rocío <strong>de</strong> miel; en cambio, cuando se practica <strong>la</strong> modalidad egoísta, sólo se<br />

sueña con huevos y tocino o con un filete.<br />

Pero acabamos <strong>de</strong> utilizar <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra «realismo», que es equívoca y, por tanto,<br />

requiere cierto análisis.<br />

7 Sobre los realismos<br />

La pa<strong>la</strong>bra «realismo» tiene un significado en <strong>la</strong> lógica, don<strong>de</strong> su antónimo es<br />

«nominalismo», y otro en <strong>la</strong> metafísica, don<strong>de</strong> su antónimo es «i<strong>de</strong>alismo». En<br />

el lenguaje político tiene un tercer significado, ya un poco envilecido: <strong>la</strong>s<br />

actitu<strong>de</strong>s que calificaríamos <strong>de</strong> «cínicas» cuando <strong>la</strong>s asumen nuestros<br />

oponentes, <strong>la</strong>s calificamos <strong>de</strong> «realistas» cuando somos nosotros quienes <strong>la</strong>s<br />

asumimos. Lo que ahora nos interesa no es ninguno <strong>de</strong> estos significados <strong>de</strong><br />

los términos «realismo» y «realista», sino los que tienen en <strong>la</strong> esfera <strong>de</strong> <strong>la</strong> crítica<br />

literaria; pero, incluso <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> esta área limitada, se impone una distinción.<br />

Todos diríamos que son realistas <strong>la</strong>s precisas indicaciones <strong>de</strong> tamaño que<br />

encontramos en Gulliver, don<strong>de</strong> Swift menciona directamente <strong>la</strong>s medidas, o<br />

en <strong>la</strong> Divina Comedia, don<strong>de</strong> Dante hace comparaciones con objetos<br />

conocidos. Y cuando el monje <strong>de</strong> Chaucer echa al gato <strong>de</strong>l banco en que <strong>de</strong>sea<br />

sentarse, diríamos que se trata <strong>de</strong> un toque realista 6. Este tipo <strong>de</strong> realismo es<br />

el que <strong>de</strong>nomino «realismo <strong>de</strong> presentación»: el arte <strong>de</strong> valerse <strong>de</strong> los <strong>de</strong>talles<br />

observados o imaginados con gran agu<strong>de</strong>za, para acercar algo al lector <strong>de</strong><br />

modo que éste pueda palparlo vividamente. Por ejemplo: el dragón «que olfatea<br />

toda <strong>la</strong> piedra» en Beowulf; el Arturo <strong>de</strong> Layamon, que, al enterarse <strong>de</strong> que es<br />

6 Cuentos <strong>de</strong> Canterbury, D. 1775.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!