27.04.2013 Views

la_experiencia_de_leer

la_experiencia_de_leer

la_experiencia_de_leer

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ealismo <strong>de</strong> contenido 8. Los gran<strong>de</strong>s hal<strong>la</strong>zgos <strong>de</strong> <strong>la</strong> novelística <strong>de</strong>l siglo xrx<br />

nos han educado para apreciarlo y para esperar que ése sea el estilo utilizado.<br />

Sin embargo, incurriríamos en un <strong>la</strong>mentable error -y crearíamos una nueva<br />

c<strong>la</strong>sificación incorrecta <strong>de</strong> los libros y los lectores- si eleváramos ese gusto<br />

natural e históricamente condicionado al rango <strong>de</strong> principio. Es un peligro en<br />

cierto modo <strong>la</strong>tente. Aunque no sé <strong>de</strong> nadie que haya formu<strong>la</strong>do una reg<strong>la</strong><br />

según <strong>la</strong> cual todo texto literario que aspire a un público adulto y cultivado<br />

<strong>de</strong>be representar <strong>la</strong> vida tal como <strong>la</strong> hemos conocido o tal como es probable<br />

que <strong>la</strong> conozcamos, ése parece ser el supuesto oculto sobre el que se basa<br />

gran parte <strong>de</strong> <strong>la</strong> crítica y <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> <strong>la</strong>s obras literarias. Lo percibimos en<br />

el <strong>de</strong>sinterés o en el menosprecio generalizado por lo romántico, lo idílico y lo<br />

fantástico, así como en <strong>la</strong> facilidad con que se tachan <strong>de</strong> «escapistas» <strong>la</strong>s obras<br />

que presentan esos rasgos. Lo percibimos cuando se elogian los libros diciendo<br />

que son «comentarios» o «reflexiones» (o, peor aún, «trozos») <strong>de</strong> <strong>la</strong> Vida.<br />

También comprobamos que lo que más parece importar en una obra literaria<br />

es que sea o no «verídica». Como nuestras leyes contra <strong>la</strong> obscenidad -unas<br />

leyes quizá un poco estúpidas- han prohibido <strong>la</strong> utilización <strong>de</strong> media docena<br />

<strong>de</strong> monosí<strong>la</strong>bos, no han faltado escritores que se han sentido mártires <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

ciencia, igual que Galileo. Cuando se les ha impugnado <strong>de</strong>terminado pasaje<br />

por «obsceno», «<strong>de</strong>pravado», o -con mayor pertinencia crítica\ «carente <strong>de</strong><br />

interés», han pensado que bastaba con replicar que «así suce<strong>de</strong> en <strong>la</strong> vida<br />

real».<br />

Primero tenemos que <strong>de</strong>cidir cuáles son los textos literarios «verídicos».<br />

Supongo que <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong>cir que son aquéllos al cabo <strong>de</strong> cuya lectura el lector<br />

sensible pue<strong>de</strong> pensar: «Sí. Así -así <strong>de</strong> siniestra, <strong>de</strong> espléndida, <strong>de</strong> vacía o <strong>de</strong><br />

irónica- es núes-tra vida. Estas son cosas que suce<strong>de</strong>n. Estas son cosas que<br />

hace <strong>la</strong> gente».<br />

Pero cuando <strong>de</strong>cimos: «Éstas son cosas que suce<strong>de</strong>n», ¿nos referimos a <strong>la</strong>s<br />

cosas que suelen suce<strong>de</strong>r, a <strong>la</strong>s cosas típicamente humanas, o a «<strong>la</strong>s cosas<br />

que podrían suce<strong>de</strong>r o que podrían haber sucedido entre otras mil posibles»?<br />

Porque en este sentido hay una diferencia muy gran<strong>de</strong> entre el Edipo rey o<br />

Gran<strong>de</strong>s esperanzas, <strong>de</strong> una parte, y Middlemarch o Guerra y paz, <strong>de</strong> <strong>la</strong> otra.<br />

En los primeros nos encontramos (constantemente) con hechos y<br />

comportamientos que, en su contexto, serían probables y típicos <strong>de</strong> <strong>la</strong> vida<br />

humana como tal. Sin embargo, los contextos no lo son. Es muy improbable<br />

que un muchacho pobre se enriquezca <strong>de</strong> pronto gracias a <strong>la</strong> generosidad <strong>de</strong><br />

un benefactor anónimo que <strong>de</strong>spués resulta ser un presidiario. Por otra parte,<br />

parece sumamente improbable que un niño sea abandonado, luego recogido,<br />

luego adoptado por un rey, y luego, por casualidad, mate a su padre. Para<br />

aceptar <strong>la</strong> ma<strong>la</strong> suerte <strong>de</strong> Edipo se necesita suspen<strong>de</strong>r mucho más <strong>la</strong><br />

incredulidad que para aceptar <strong>la</strong> buena suerte <strong>de</strong> Montecristo 9. En cambio, en<br />

<strong>la</strong>s obras maestras <strong>de</strong> George Eliot y <strong>de</strong> Tolstoi todo es probable y típico <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

vida humana. Son cosas que pue<strong>de</strong>n suce<strong>de</strong>r le a cualquiera. Es probable que<br />

le hayan sucedido a miles <strong>de</strong> personas. Son personas que podríamos<br />

encontrar cualquier día. Por tanto, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir sin reservas: «La vida es<br />

así».<br />

Aunque se pueda distinguir entre estos dos tipos <strong>de</strong> obras y fantasías<br />

literarias como el Or<strong>la</strong>ndo furioso, La ba<strong>la</strong>da <strong>de</strong>l viejo marinero o Vathek,<br />

también hay que distinguir entre unas y otras. Y una vez hecha esa distinción<br />

es imposible <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> advertir que hasta una época bastante reciente casi<br />

8<br />

Y a menudo también por el realismo <strong>de</strong> presentación; pero ahora sólo nos interesa el <strong>de</strong><br />

contenido.<br />

9<br />

Véase el Apéndice.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!