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José María Salcedo EL VUELO DE LA BALA - "CHEMA" Salcedo

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—¿Asesinato? De ninguna manera. El pueblo no lucha contra el pueblo.<br />

Ajusticiamientos, sí.<br />

Díaz Martínez anota:<br />

—El campo no es llano y también está dividido en clases. Cada quien sirve a una<br />

clase.<br />

Y el joven sentencia:<br />

—Hay quienes toman parte por los opresores y hay quienes toman parte por la<br />

guerra popular. Hay que optar: o con el pueblo o con su enemigo.<br />

—Pueblo sí, pero qué amplia es la palabra pueblo y qué estrecho parece el<br />

sentido que ustedes le dan. . .<br />

El hombre parece no escucharme. Guarda silencio mientras pregunto, pero luego<br />

prosigue como si hubiera simplemente estirado el hilo de la respuesta anterior:<br />

—El campesinado pobre es la fuerza principal de la revolución pero dentro de la<br />

ideología del proletariado. Él es el motor de nuestra guerra campesina que ha cumplido<br />

ya cinco años de desarrollo victorioso. Las masas se incorporan como riachuelos en todo<br />

el país, tanto en el campo como en la ciudad. Esta es la más grande epopeya que el<br />

partido y el pueblo realizan. Es más grande que la lucha de Túpac Amaru. Estamos<br />

echando abajo trece siglos de Estado reaccionario.<br />

—Campesinado pobre, ideología del proletariado... ¿Y las clases medias,<br />

ingeniero?<br />

Me he dirigido a Díaz Martínez, pero él calla y mira solamente al "comisario".<br />

Este me escruta con fijeza:<br />

—La pequeña burguesía también es parte del pueblo. Hay que comprender que la<br />

revolución que desarrollamos es una revolución democrático-nacional, de obreros,<br />

campesinos y la pequeña burguesía progresista.<br />

La reunión parece concluir. Alcanzo sin embargo una última pregunta. Inquiero<br />

sobre la Comisión de Paz, sobre su actitud ante una hipotética amnistía:<br />

—La Comisión de Paz no es sino un ente burocrático que ya ha sido desahuciado<br />

por el propio Alan García. No creemos ni en el diálogo con el gobierno ni en amnistías.<br />

El diálogo y la amnistía no son posibles entre la revolución y la contrarrevolución... Y<br />

ahora, si nos permite, quisiéramos mostrarle nuestro pabellón.<br />

Se inició entonces un paseo por las instalaciones de esta suerte de santuario<br />

senderista: baños limpios, a pesar de que el agua funciona solamente unos minutos al día;<br />

un botiquín también limpio y ordenado. Más allá, la cocina: una suerte de despensa con<br />

víveres, un refrigerador, ollas humeantes en que algunos jóvenes se afanan con lo que<br />

parecía el almuerzo del día.<br />

Me explican entonces que, de acuerdo a la célebre acta de los 24 puntos, su<br />

régimen alimentario es autónomo. Reciben diariamente cuatro intis por cada uno de los<br />

180 internos y entregan ese dinero a un comité de familiares que los aprovisiona. A un<br />

costado, un periódico mural. Paradójico o no, allí está un recorte de la página científica<br />

del diario El Comercio. Es un artículo sobre el origen del universo que firma Tomás<br />

Unger. Junto a él, otro recorte: es Pekín Informa de 1972. Hay también, con cuidada letra<br />

en tinta roja, un homenaje a Pottier, autor del célebre poema "La Internacional". El<br />

ambiente monacal parece ahora más distendido. Algunos internos pasean conversando,<br />

otros descansan en los colchones-sofá, uno que otro me saluda con una leve venia. Díaz<br />

Martínez, "comisario" y guía me acompañan.

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