José María Salcedo EL VUELO DE LA BALA - "CHEMA" Salcedo
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espíritu de sobrevivencia. Para Sendero es un asunto de control de dólares y tráfico de<br />
armas, además de la perspectiva estratégica de dominio sobre la sierra central.<br />
En sus "santuarios" del Alto Huallaga, Sendero ha desarrollado una "república de<br />
nueva democracia" que hasta hace poco no encajaba en los planes y profecías del<br />
"pensamiento Gonzalo".<br />
Como ha sucedido en otras partes del país, los propios errores de los organismos<br />
del Estado han facilitado esta penetración subversiva.<br />
Por otro lado, las "tentaciones" a las que aquí se ve expuesto el elemento policial<br />
juegan a favor de Sendero, más que las propias deficiencias logísticas de los encargados<br />
de la represión.<br />
Aunque sean los espectaculares enfrentamientos armados los que acaparen los<br />
titulares de la prensa de Lima, hay que decir también que el triángulo narcos-Senderofuerzas<br />
del orden juega a veces a una especie de coexistencia pacífica.<br />
El vértice de este triángulo está ocupado por el narcotráfico, que cumple también<br />
el papel de "presa" en disputa de los otros protagonistas. El control de los "cupos" de los<br />
narcos juega, en cada ataque senderista, en cada emboscada contra las fuerzas policiales,<br />
un papel tan o más importante que el propio control de la zona por razones políticas,<br />
proselitistas o militares.<br />
En esta situación, Sendero se ha hecho fuerte en una región que carece de las<br />
condiciones históricas de la sierra sur del país. Aquí no cabe hablar de milenarismos<br />
andinos o reivindicaciones tradicionales siempre postergadas.<br />
Y Sendero es aquí más fuerte que en cualquier otra parte del país. Casi ningún<br />
poblador de la zona se refiere a sus huestes como "terroristas". Se trata del "partido", el<br />
"movimiento" o "los compañeros".<br />
Sendero ha impuesto una rígida moral en las zonas que controla, persiguiendo los<br />
robos, el adulterio, el consumo de drogas. El comandante senderista cumple funciones de<br />
juez y policía. Y, naturalmente, funciones de regulación económica: protege a los<br />
pequeños cocaleros, pero ya ha ordenado una suerte de diversificación de los cultivos con<br />
miras a la auto-subsistencia de la población. Es, pues, un Estado que ha reemplazado al<br />
otro, al oficial. Ni la planta de procesamiento del cacao, en Tingo <strong>María</strong>, ni los programas<br />
de promoción del cultivo del mismo producto que en esta zona desarrollan las Naciones<br />
Unidas han sido, hasta ahora, objeto de las iras senderistas. Sendero se ha adaptado a las<br />
circunstancias, o son las circunstancias las que han adaptado a Sendero.<br />
Podemos comprobarlo en Aucayacu, a dos horas y media de Tingo <strong>María</strong>. Allí, en<br />
tomo a la sede de la Cooperativa Naranjillo, varios agricultores repasan una pizarra con<br />
los precios internacionales del cacao. Ninguno vive de la coca, pero todos "comprenden"<br />
a los cocaleros y a los senderistas.<br />
En este pueblo (Aucayacu), el proyecto de las Naciones Unidas ha formado treinta<br />
comités de productores de café, cacao y achiote, cultivos que, a pesar de la explosiva<br />
expansión cocalera, no han disminuido en extensión.<br />
No olvidemos que ésta es una de las principales zonas de producción agrícola de<br />
todo el país, y parece haber terreno para todo y para todos. La potencia de estas tierras<br />
puede explicar también que el imperio del senderismo no se contradiga, al menos por el<br />
momento, con otros "planes de desarrollo".<br />
Luis Albites, el ingeniero de origen trujillano que encabeza aquí el proyecto de las<br />
Naciones Unidas, explica que el cacao es un cultivo tradicional de la zona y que la actual