Hei<strong>del</strong>berg <strong>News</strong> • Empresas <strong>En</strong> el campo de rugby de Aosta, situado en <strong>la</strong>s afueras de <strong>la</strong> ciudad y cubierto por un manto de nieve, hace un frío g<strong>la</strong>cial. El termómetro marca siete grados bajo cero. La luz de los focos centellea al reflejarse sobre <strong>la</strong> superficie nevada. Paolo Perrin tiemb<strong>la</strong> de frío. Lleva media hora esperando a que los fotógrafos terminen de insta<strong>la</strong>r sus cámaras y tomen unas cuantas fotografías de él para <strong>la</strong> revista Hei<strong>del</strong>berg <strong>News</strong>. Lleva una parka de color verde, y debajo, una simple camiseta y un pantalón corto de deporte. De vez en cuando da saltos para entrar en calor. <strong>En</strong>tonces toma un balón de rugby, lo coloca en el suelo sobre su soporte y lo patea haciendo que describa un arco y pase por encima <strong>del</strong> travesaño de <strong>la</strong> portería, situada a unos 20 metros de distancia. Lo hace con toda naturalidad, sin tomar apenas impulso. Tiene 42 años y hace tiempo que no juega al rugby, pero de adolescente venía aquí casi a diario a entrenarse, y le gusta recordar los tiempos que estuvo en activo. “¡Qué alegría me daba agarrar el balón, echar a correr y tratar de abrirme paso entre los adversarios!” Imprenta comercial con raíces católicas. Paolo Perrin es un luchador, alguien que sabe ‘agarrar el toro por los cuernos’. También es el alma y el cerebro de Tipografia Valdostana. Cuando era joven, pasaba casi todos los días por <strong>la</strong> imprenta —que entonces dirigía su tío— después de <strong>la</strong> escue<strong>la</strong>. Mientras sus padres trabajaban en una acería de Aosta, él solía insta<strong>la</strong>rse ante un viejo linotipo a componer textos cortos. A los veinte años se incorporó oficialmente a <strong>la</strong> imprenta. <strong>En</strong> 16 • Número 271 • 2011 De noche reina <strong>la</strong> tranquilidad en <strong>la</strong>s callejue<strong>la</strong>s de Aosta. Los orígenes de <strong>la</strong> capital <strong>del</strong> Valle de Aosta se remontan a <strong>la</strong> antigüedad. Actualmente viven aquí unas 35 000 personas. un principio, ésta había pertenecido a <strong>la</strong> Iglesia católica, pero en 1996 <strong>la</strong> familia Perrin asumió <strong>la</strong> dirección, habiéndose convertido en propietaria mayoritaria. Aunque Paolo Perrin nunca aprendió el oficio de impresor, tiene pleno dominio de su profesión y conoce al dedillo todas y cada una de sus máquinas. <strong>En</strong> su opinión, “quien ama su profesión, aprende con rapidez”. La imprenta fue fundada hace 115 años. <strong>En</strong> sus inicios, el pequeño negocio ubicado en el centro histórico de Aosta se dedicaba básicamente a <strong>la</strong> producción de escritos religiosos. Poco después, empezó a realizar trabajos comerciales para <strong>la</strong>s autoridades y empresas locales y libros re<strong>la</strong>cionados con <strong>la</strong> vida y <strong>la</strong> cultura <strong>del</strong> Valle de Aosta. Partes de esta actividad se mantienen hasta nuestros días. La imprenta sigue empleando, por ejemplo, a un redactor y produce libros que luego vende en una librería propia. De esta época inicial datan también <strong>la</strong>s actuales re<strong>la</strong>ciones comerciales con editoriales y otros clientes de Suiza y Francia. Pero aparte de esto, nada es como era antes. Desde su ascenso a director gerente hace 15 años, Paolo Perrin ha remode<strong>la</strong>do <strong>la</strong> empresa familiar hasta darle <strong>la</strong> forma que tiene ahora: una imprenta de alta tecnología, con 20 empleados, que aplica <strong>la</strong>s técnicas más avanzadas y goza de gran prestigio en Italia y el extranjero por sus geniales acabados. La imprenta ocupa una superficie de 2 000 metros cuadrados y produce en dos turnos folletos, catálogos, calendarios y emba<strong>la</strong>jes, a los que aplica barnizados, estampados y <strong>la</strong>minados en frío con brillo metálico. Otros encargos habituales son los libros y el anuario de <strong>la</strong> parroquia local. Los clientes <strong>del</strong> Valle de Aosta, entre los que figuran autoridades locales, instituciones culturales, agencias publicitarias y empresas <strong>del</strong> turismo y de <strong>la</strong> moda, aportan más de un 20 por ciento de <strong>la</strong> facturación anual de Tipografia Valdostana, cuya cifra asciende a 2,5 millones de euros (aproximadamente 3,5 millones de dó<strong>la</strong>res). Los clientes de <strong>la</strong>s vecinas Francia y Suiza, en su mayoría editoriales y agencias, contribuyen con cerca de un 35 por ciento. Otro 5 por ciento corresponde a Luxemburgo e Ing<strong>la</strong>terra, mientras que el 40 por ciento restante proviene de clientes italianos de otras regiones. Una competencia feroz. Durante el recorrido por <strong>la</strong> imprenta, Perrin muestra con orgullo su última adquisición: una Speedmaster XL 105 de seis colores con cuerpo de barnizado y módulo de <strong>la</strong>minación en frío FoilStar. “Al comprar esta máquina hace dos años, reorientamos nuestro negocio”, afirma Perrin. “Ahora ofrecemos nuevos servicios y nos diferenciamos mejor de nuestros competidores. Esto nos ha abierto <strong>la</strong>s puertas de muchos clientes potenciales”. Son varias <strong>la</strong>s razones que hab<strong>la</strong>n en favor de <strong>la</strong> nueva máquina de imprimir con módulo FoilStar. Al igual que otras imprentas, Tipografia Valdostana debe hacer frente a <strong>la</strong> progresiva disminución 4
Empresas “Con una máquina grande se puede imprimir cualquier cosa, hasta los objetos más pequeños y <strong>del</strong>icados”. La Speedmaster XL 105 de Paolo Perrin con módulo de <strong>la</strong>minado en frío FoilStar. 17