Hei<strong>del</strong>berg <strong>News</strong> • oportunidades 44 • Número 271 • 2011 ¡Me gusta! print goes web // Los códigos QR, los smart visuals y <strong>la</strong> realidad aumentada transforman los clásicos productos impresos en medios interactivos que brindan contenidos adicionales y pueden ser compartidos por los usuarios a través de Facebook, Twitter, etc. ¿Pero cómo pueden beneficiarse <strong>la</strong>s imprentas de <strong>la</strong>s nuevas posibilidades?
Para quienes se ganan <strong>la</strong> vida con <strong>la</strong> producción de medios, el año 2010 ha sido particu<strong>la</strong>rmente interesante. Según un estudio reciente, en el citado periodo unos dos mil millones de usuarios usaban Internet. Facebook aumentó su cartera de usuarios de 350 a 600 millones respecto al año anterior, y éstos intercambiaron aproximadamente 360 mil millones de contenidos en forma de en<strong>la</strong>ces, fotos, vídeos, etc. <strong>En</strong> el mismo periodo, los 175 millones de usuarios de Twitter enviaron unos 25 mil millones de mensajes de texto, y los de YouTube miraron unos 700 mil millones de vídeos. <strong>En</strong> realidad, estas cifras no son muy sorprendentes. Desde que, en 1989, Tim Berners-Lee desarrolló <strong>la</strong> world wide web en el instituto de investigación CERN de Ginebra, el número de usuarios ha aumentado de forma vertiginosa cada año, registrando un crecimiento superior al 100% so<strong>la</strong>mente en los últimos dos años. Pero lo que sí demuestran es que Internet no so<strong>la</strong>mente sigue creciendo, sino que, además, está evolucionando. Hasta hace pocos años lo que se hacía era, sobre todo, integrar ordenadores en una red. Hoy, en cambio, el objetivo central es conectar entre sí a <strong>la</strong>s personas que desean compartir con otras sus vivencias cotidianas, vídeos u otros contenidos digitales a través de Facebook o Twitter. Para estas personas, Internet es más que una simple fuente de información. Es <strong>la</strong> base de un estilo de vida digital. Y se trata, desde luego, de un estilo de vida en el que los productos impresos desempeñan un papel casi insignificante por el simple motivo de que no es tan fácil compartirlos con los demás. http://www.youtube.com/watch?v=nwgcs3beCpg La impresión se vuelve interactiva. Esto es, justamente, lo que está sucediendo en estos momentos. El cambio se ha visto impulsado por toda una serie de tecnologías que permiten integrar los productos impresos directamente en Internet. Una de estas ‘tecnologías puente’ —el l<strong>la</strong>mado código QR— existe ya desde 1994. Se trata de un cuadrado impreso, en cuyo interior se hal<strong>la</strong> una matriz codificada, impresa en b<strong>la</strong>nco y negro, que se aplica a numerosos emba<strong>la</strong>jes, revistas o carteles y suministra información con <strong>la</strong> que se puede acceder a datos de imagen. Si se sostiene <strong>la</strong> matriz de<strong>la</strong>nte de una webcam o se enfoca con <strong>la</strong> cámara de un smartphone, un software especial convierte el código en un vínculo que aporta al usuario información adicio- nal o lo remite directamente a una tienda de Internet en <strong>la</strong> que puede adquirir el producto en cuestión o reservar entradas para una función determinada. Hay que reconocer que un invento de 1994 no es precisamente una innovación, sobre todo si se tiene en cuenta que el 96% de los japoneses mayores de 14 años ya conoce los códigos QR y el 73% de ellos los ha usado personalmente. Pero más allá de <strong>la</strong>s fronteras de Japón apenas si se empiezan a aprovechar <strong>la</strong>s posibilidades que ofrecen. La mitad de <strong>la</strong> pob<strong>la</strong>ción alemana, por ejemplo, no conoce siquiera los códigos QR. Y so<strong>la</strong>mente el 25% de el<strong>la</strong> ha utilizado un código de este tipo o una smart tag (‘etiqueta inteligente’). No obstante, muchos factores indican que el uso de <strong>la</strong>s smart tags crecerá rápi- http://www.youtube.com/watch?v=wtCF8deqnFw oportunidades damente en los países industrializados de Occidente. Los terminales móviles como el iPhone y los teléfonos con sistema operativo Android, por ejemplo, ya permiten el uso móvil de Internet. Y con ellos se pueden utilizar espontáneamente los códigos y sus aplicaciones suplementarias, en todo momento y en cualquier lugar. El crecimiento <strong>del</strong> mercado de los smartphones, por su parte, sólo es un poco menor que el de <strong>la</strong>s redes sociales: de hecho, se calcu<strong>la</strong> que en 2010 fueron entregados más de 302 millones de smartphones, aproximadamente un 74,5% más que en 2009. Asimismo, se calcu<strong>la</strong> que en 2013 ya habrá más personas que accedan a Internet con su smartphone que con un PC. Aplicaciones múltiples y variadas. Actualmente, resulta difícil estimar <strong>la</strong> influencia que tendrán sobre el mercado de <strong>la</strong> impresión los medios de comunicación interactiva (social media) y los smartphones como medio de acceso a Internet. Existe, sin embargo, una c<strong>la</strong>ra tendencia en diversos sectores —por ejemplo, entre editoriales, empresas mediáticas, agencias de publicidad, autoridades públicas y diseñadores de productos— a montar proyectos print-to-web de <strong>la</strong>s más variadas características, cuyo fin es combinar <strong>la</strong>s ventajas de los medios impresos con los de Internet y con los de los medios de comunicación interactiva. Muchos de estos proyectos son poco más que di- versiones. Pero algunos de ellos podrían ser caldo de cultivo para <strong>la</strong>s tecnologías <strong>del</strong> futuro. 4 45