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04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

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LOS AMIGOS DE JHASUA TOMO 2<br />

HILARION DE MONTE NEBO<br />

Pasó tiempo. La anciana se doblaba a la tierra. Y la dorada abeja zumbando en torno suyo<br />

bebía en <strong>los</strong><br />

cactus florecidos su alimento cotidiano.<br />

Pero un día la dulce anciana la encontró caída en una flor, y al parecer sin vida. Al<br />

examinaría con su lente<br />

observó que se movía, y que algo se <strong>de</strong>sprendía <strong>de</strong> ella como si fuera un brote vivo en un<br />

tallo repleto <strong>de</strong> savia.<br />

Diez días duró aquel <strong>de</strong>sprendimiento, al parecer muy doloroso, hasta que se vio claramente<br />

otra abeja<br />

igual pero más pequeña y <strong>de</strong> un dorado más vivo.<br />

Un letargo las mantuvo inmóviles unas horas, hasta que lentamente <strong>de</strong>splegaron las alas<br />

transparentes y<br />

ambas volaron a la cabeza <strong>de</strong> la anciana que, estupefacta, les hablaba interrogando. ¿Qué<br />

era aquello?...<br />

Por encima <strong>de</strong>l mar azul pasaban enormes nubes como llevadas por el viento y por fin la<br />

visión diseñó una<br />

joven mujer en una granja <strong>de</strong> labriegos, que tenía entre sus brazos, dos niñitos recién<br />

nacidos. Era la primera<br />

encarnación en el reino humano <strong>de</strong> las dos abejas doradas <strong>de</strong> aquella anciana cultivadora <strong>de</strong><br />

abejas en las<br />

orillas plenas <strong>de</strong> luz y <strong>de</strong> flores <strong>de</strong> un mar azul que tendía sus ondas radiantes en la<br />

esplendorosa Venus, la<br />

amatista <strong>de</strong> <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>.<br />

* * *<br />

Noemí no podía compren<strong>de</strong>r lo que encerraba aquella misteriosa visión. Y pensó:<br />

—Deberé consultarlo con ese Hierofante <strong>de</strong>l Templo <strong>de</strong> Osiris, que seguramente él estará<br />

capacitado para<br />

interpretarlo.<br />

Su sorpresa fue gran<strong>de</strong> cuando Leandro le iba refiriendo con <strong>de</strong>talles la misma visión que<br />

había sido<br />

común para ambos.<br />

Averiguó si algunos otros presentes en el oratorio habían percibido la extraña visión. Ninguno<br />

vio nada, tan<br />

sólo Leandro y ella.<br />

—Creo que mañana estaré en condiciones <strong>de</strong> explicaros esa visión, señora —le dijo el exsacerdote<br />

<strong>de</strong><br />

Osiris.<br />

Noemí le dio las gracias y se retiró pensativa a su alcoba.<br />

Nunca tuvo <strong>de</strong>seos <strong>de</strong> visiones y <strong>de</strong> aparecidos. Asidua lectora <strong>de</strong> las Escrituras Sagradas,<br />

admiraba la<br />

www.gftaognosticaespiritual.org GRAN BIBLIOTECA VIRTUAL ESOTERICA<br />

ESPIRITUAL<br />

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