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04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

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LOS AMIGOS DE JHASUA TOMO 2<br />

HILARION DE MONTE NEBO<br />

porque ni aún con todo cuanto poseo podría pagar lo que vale para mí la resolución que has<br />

tomado.<br />

Adita pensó un momento, y su rostro se iluminó <strong>de</strong> intensa alegría.<br />

— ¡Oh gracias padre mío, gracias! Tengo sí algo muy hermoso que pedirte.<br />

— ¿Y ello es?...<br />

—Óyeme padre; este discípulo <strong>de</strong>l Profeta Nazareno irá <strong>de</strong> aquí al Santuario <strong>de</strong>l Monte<br />

Hermón don<strong>de</strong> el<br />

Profeta pasó dos años <strong>de</strong> su vida infantil. Allí viven sus recuerdos en <strong>los</strong> corazones <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

solitarios que<br />

seguramente serán el vivo reflejo <strong>de</strong>l Profeta, algo semejante a nuestro viejo Patriarca <strong>de</strong>l<br />

Desierto a quien mi<br />

madre y tú veneraban. Allí hay doncellas y viudas que viven más en <strong>los</strong> cie<strong>los</strong> <strong>de</strong> Alá que en<br />

esta tierra. ¿No<br />

podríamos ir tú y yo con este discípulo <strong>de</strong>l gran Profeta para conocer todo aquello? ¡Tengo<br />

un gran <strong>de</strong>seo<br />

padre!<br />

— ¿Seguramente no pensarás quedarte allá a vivir esa vida lejos <strong>de</strong> mí?<br />

Y Jeramel clavó en el rostro <strong>de</strong> su hija, su mirada inquisidora.<br />

— ¡No, padre! ¡Qué ocurrencia la tuya! Con esta en<strong>de</strong>ble naturaleza sería con<strong>de</strong>narme yo<br />

misma a caer <strong>de</strong><br />

nuevo al lecho.<br />

—Bien hija mía. Habría que saber si este buen discípulo <strong>de</strong>l Profeta pue<strong>de</strong> y quiere llevarnos<br />

en su<br />

compañía.<br />

Ambos miraron a Judas.<br />

—Quiero y puedo presentaros al Santuario don<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> solitarios es hermano <strong>de</strong> mi<br />

madre —contestó<br />

Judas.<br />

— ¿Cuándo será la partida? —preguntó <strong>de</strong> nuevo el árabe.<br />

—Cuándo vosotros estéis dispuestos. Pensaba hacerlo en la próxima luna en que aún es<br />

primavera y no<br />

han comenzado <strong>los</strong> <strong>de</strong>shie<strong>los</strong> que mucho dificultan la subida. Y ahora cabe pensar:<br />

¿Resistirá tu hija aquella<br />

temperatura?—<br />

— ¡Ya me arreglaré yo para resistirla! —contestó prontamente Ada temiendo ver frustrada su<br />

ilusión.<br />

Y continuó la vida <strong>de</strong> Ada y <strong>de</strong> Judas con igual ritmo hasta la próxima luna. Daba él<br />

instrucciones morales y<br />

espirituales en la "Escuela <strong>de</strong>l Profeta" y Ada seguía siendo la lucecita benéfica que daba<br />

vida y calor a todos<br />

www.gftaognosticaespiritual.org GRAN BIBLIOTECA VIRTUAL ESOTERICA<br />

ESPIRITUAL<br />

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