06.05.2013 Views

04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

LOS AMIGOS DE JHASUA TOMO 2<br />

HILARION DE MONTE NEBO<br />

Juan y en silencio esperaban, sin <strong>de</strong>scuidar <strong>de</strong>.--<strong>de</strong> luego ni el hornillo <strong>de</strong>l pan, ni las<br />

marmitas que hervían<br />

sobre las llamas <strong>de</strong>l fuego en el hogar.<br />

Mientras tanto, el ¡Fiat Lux! que resonó para el Apóstol como un clarín <strong>de</strong> oro en la boca <strong>de</strong><br />

un arcángel,<br />

continuaba resplan<strong>de</strong>ciendo en su horizonte mental diseñándole cuadros <strong>de</strong> ilimitadas<br />

dimensiones, paisajes,<br />

que parecían ciuda<strong>de</strong>s, valles que <strong>de</strong> pronto se convertían en torrentes, campos <strong>de</strong> batalla<br />

en que se<br />

confundían en horrenda masacre hombres y animales; ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>molidas y ardiendo en<br />

rojizas llamaradas;<br />

ríos y mares <strong>de</strong>sbordados arrastrando entre escombros miles y miles <strong>de</strong> cadáveres sobre <strong>los</strong><br />

cuales<br />

revoloteaban negras bandadas <strong>de</strong> cuervos...<br />

Y Juan salía <strong>de</strong> su alcoba, pálido, con rastros <strong>de</strong> haber llorado,… con SUS manos y todo su<br />

cuerpo frío y<br />

tembloroso.<br />

— ¡Has pa<strong>de</strong>cido, amo! —le <strong>de</strong>cía Cleto, cubriéndole con un grueso cobertor y acercándole<br />

un braserillo<br />

con ascuas encendidas a <strong>los</strong> pies.<br />

Y Euforo le servía presuroso un vaso <strong>de</strong> vino caliente con miel, porque el amo Juan aparecía<br />

tan pálido y<br />

extenuado como en vísperas <strong>de</strong> la muerte.<br />

Guardaba silencio, exhausto. No podía hablar. Y viendo la inquietud, la aflicción en <strong>los</strong> dos<br />

criados, sacó<br />

por fin el punzón <strong>de</strong>l bolsillo <strong>de</strong> su túnica y escribió sobre el blanco mantelito <strong>de</strong> la mesa:<br />

—Tened calma y esperad unos momentos. Ya os hablaré.<br />

— ¡Dios, Padre Celestial! —Exclamó Euforo—. ¡Está mudo! ¿Qué hacemos?<br />

Cleto, más sereno, pensó y razonó:<br />

—Oremos como él nos ha enseñado: ¡Padre nuestro que estás en <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>! Hágase mi<br />

voluntad, te lo<br />

ruego, y que nuestro amo Juan no muera sino que viva. —Y seguía repitiendo con gran<strong>de</strong><br />

fervor:<br />

— ¡Hágase mi voluntad!<br />

Y gruesas lágrimas rodaban por su faz contraída por la angustia.<br />

El Apóstol <strong>de</strong> Cristo se conmovió profundamente oyendo esta plegaria brotada espontánea<br />

<strong>de</strong>l alma<br />

sencilla, noble y buena <strong>de</strong> aquel hombre sin instrucción religiosa ninguna y que hablaba a la<br />

Divinidad, a la<br />

Suprema Potencia, como pudiera hacerlo a un padre carnal pidiéndole el pan <strong>de</strong> cada día.<br />

www.gftaognosticaespiritual.org GRAN BIBLIOTECA VIRTUAL ESOTERICA<br />

ESPIRITUAL<br />

522

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!