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04 07 los amigos de jashua tomo ii maestra hilarion de monte nebo

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LOS AMIGOS DE JHASUA TOMO 2<br />

HILARION DE MONTE NEBO<br />

gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> mis compañeros <strong>de</strong> apostolado ha curado con el nombre y la fuerza <strong>de</strong> mi Maestro<br />

¡el hombre santo<br />

que fue subido a un patíbulo <strong>de</strong> infamia porque así paga la humanidad al que le da la luz y la<br />

vida!<br />

Se hizo un silencio conmovedor sólo alterado por leves suspiros <strong>de</strong> <strong>los</strong> criados que <strong>los</strong><br />

sofocaron<br />

prontamente.<br />

La fina sensibilidad <strong>de</strong> Juan percibió como un rasguño en el alma, si me es permitido<br />

materializar así la<br />

expresión.<br />

— ¿Añoráis, acaso, también vosotros un hogar y una familia? —Preguntó el Apóstol—.<br />

Ambos sois jóvenes<br />

y no creo que vuestro <strong>de</strong>stino haya marcado el venir a guardar este pájaro solitario<br />

escondido entre un pinar, y<br />

para toda vuestra vida. —Nadie respondió—.<br />

"¿Puedo saber tus años, Cleto, y <strong>los</strong> tuyos, Euforo?<br />

—Estoy pisando <strong>los</strong> treinta —respondió el mayor.<br />

—Y yo cumplí veintiséis, igual edad que el amito Galo.<br />

—Hay una Voluntad Suprema que gobierna y encauza la vida <strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres —continuó<br />

Juan como<br />

inspirado— y sé <strong>de</strong> cierto que no <strong>de</strong>scuidará las vuestras, que le reconocéis y le adoráis aún<br />

ignorando las<br />

hondas verda<strong>de</strong>s que entre Galo y yo os iremos haciendo conocer.<br />

Y el Apóstol, con profundo recogimiento <strong>de</strong> oración, les hizo recitar la plegaría <strong>de</strong>l Maestro:<br />

"Padre Nuestro que estás en <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>"... etc. Y cuando llegaron a la frase final: "Hágase tu<br />

Voluntad así en<br />

la tierra como en el cielo", las tres cabezas se inclinaron reverentes y una ola po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong><br />

efluvios suavísimos<br />

se extendió en el silencio <strong>de</strong> la noche haciendo sentir hondamente la Divina Presencia.<br />

El Apóstol <strong>de</strong> Cristo pensó:<br />

"El Maestro está aquí, bendiciendo la obra <strong>de</strong> amor y <strong>de</strong> fe que pronto ha <strong>de</strong> realizarse".<br />

* * *<br />

Des<strong>de</strong> ese día, Cleto y Euforo no se alarmaron más <strong>de</strong> la alcoba largo tiempo cerrada al caer<br />

la tar<strong>de</strong>, sino<br />

que, <strong>de</strong>jadas las faenas, <strong>de</strong> cultivo <strong>de</strong> hortalizas, plantaciones y podas, se sentaban ambos<br />

frente a la alcoba <strong>de</strong><br />

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ESPIRITUAL<br />

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