EL MUNDO INVISIBLE Y LA GUERRA - O Consolador
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<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong> <strong>INVISIBLE</strong> Y <strong>LA</strong> <strong>GUERRA</strong> – LEÓN DENIS<br />
27. <strong>LA</strong> GRAN DOCTRINA<br />
La guerra mundial ha señalado el fin de una época. Otro período<br />
histórico se inaugura ante nosotros, una inmensa tarea se ofrece a los<br />
hombres de saber y de buena voluntad. Se trata de rehacer a todo el género<br />
humano por medio de una educación, una moral y una fe nuevas. Hay que<br />
mostrar a las generaciones que están pasando cuál es la meta que se<br />
necesita alcanzar, enseñarles el sentido profundo de la vida, la nobleza del<br />
trabajo y la gran lección de la muerte.<br />
Precisa inculcar a todos que la existencia es sagrada, aun en sus aspectos<br />
vulgares, a despecho de sus pruebas y dolores y, sobre todo, a causa de<br />
estos mismos, porque la vida constituye para nosotros el medio supremo de<br />
ascensión y elevación. Debemos enseñarles que las existencias humildes,<br />
anónimas y laboriosas, cuando no son el rescate de un pasado culpable<br />
constituyen un procedimiento eficaz para perfeccionarse. Hay que<br />
demostrarle la virtud del autosacrificio y la vanidad de las riquezas, que nos<br />
encadenan a la materia. Sólo dándose adquiere el Ser todo su poder de<br />
irradiación y esparce saludable influencia sobre cuanto emprende y sobre<br />
todo lo que le rodea.<br />
A lo largo de mil vidas humanas debe ir conociendo todas las<br />
alternancias de la alegría y el dolor. Este último es, con mucho, el más<br />
fecundo para su adelanto. De ahí que haya en torno de nosotros más causas<br />
de pena que de felicidad. La decimosexta Tríada lo dice: "Todo es sufrir en<br />
Abred [la Tierra], porque a no ser por esto no se puede adquirir ninguna<br />
ciencia completa sobre cosa alguna". El hombre tiene que ocupar en forma<br />
alternativa las situaciones sociales más variadas, con el objeto de sufrir las<br />
pruebas y adquirir las cualidades específicas de los diversos ambientes. Las<br />
posiciones desahogadas nos proveen la posibilidad de desarrollar nuestras<br />
facultades, cultivar las artes y las ciencias y ejercer la beneficencia. En<br />
cambio, las situaciones sociales oscuras y de dependencia nos enseñan a ser<br />
pacientes, inculcándonos disciplina, la virtud del ahorro y la perseverancia<br />
en el esfuerzo. Ora derrotado por el destino, ora servido por él, el hombre<br />
se abre paso a través de los obstáculos, pero cada vez que supera una nueva<br />
dificultad siente que su fuerza aumenta, su voluntad se templa y su<br />
experiencia se enriquece.<br />
Con cada renacimiento vuelve a tomar la vida terrenal como escuela<br />
beneficiosa donde ganará nuevos méritos. Regresa a ese combate que ha de<br />
incrementar su capital de energías, sus riquezas espirituales y las del<br />
corazón.<br />
Así, de vida en vida, como la mariposa que sale de su crisálida, el ser<br />
humano siente que poco a poco, de la individualidad grosera de sus<br />
comienzos, va desprendiéndose un Espíritu poderoso, radiante de luz,<br />
sabiduría y amor. Y de esfera en esfera, de mundo en mundo proseguirá su<br />
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