EL MUNDO INVISIBLE Y LA GUERRA - O Consolador
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<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong> <strong>INVISIBLE</strong> Y <strong>LA</strong> <strong>GUERRA</strong> – LEÓN DENIS<br />
carrera, unido a los Seres a quienes ama, para alcanzar un día con ellos la<br />
plenitud de la ciencia, de la virtud y la felicidad.<br />
***<br />
Como se sabe, la revelación de los Espíritus se efectúa por medio de<br />
fenómenos cuyo conjunto integra una ciencia nueva, una ciencia que en<br />
esos hechos encuentra elementos valiosos de desarrollo y de progreso.<br />
La ciencia convencional había llegado hasta los límites finales del<br />
mundo de la materia. Ahora, ante ella se muestra lo Invisible, con sus<br />
inmensas fuerzas y sus leyes espirituales. Si se prescinde del conocimiento<br />
de esas leyes es imposible comprender la vida en la diversidad de sus<br />
formas y en su ciclópea ascensión.<br />
Un análisis metódico y razonado de las manifestaciones pondrá a la<br />
ciencia en contacto con el Mundo de los Espíritus. Acercará a las dos<br />
humanidades y facilitará su colaboración en un programa de tareas de las<br />
que ha de resultar una comprensión más amplia del universo psíquico y de<br />
las condiciones de la vida en sus estadios superiores.<br />
Sin embargo, ese es sólo uno de los dos aspectos de una cuestión de<br />
gran amplitud. La ciencia es necesaria, mas no resulta suficiente. La<br />
corriente científica debe tener -como paralelo y complemento- a la<br />
corriente popular, que vaya a llevar a las masas las enseñanzas y consuelos<br />
de que tienen necesidad. Compleja es la ciencia y, por tanto, inaccesible al<br />
mayor número de personas. La enseñanza popular tiene que ser sencilla y<br />
estar al alcance de todos.<br />
De cincuenta años acá las epidemias, duelos y todos los males<br />
originados por la guerra han inferido a Francia heridas crueles. Incontables<br />
son las almas a quienes el dolor ha tocado y que reclaman su parcela de<br />
verdad y de luz.<br />
Así pues, hay que ir hacia la humanidad dolorida y ofrecerle las<br />
perspectivas reconfortantes de lo Invisible, del Más Allá, demostrándole la<br />
certidumbre de la supervivencia e inmortalidad del alma, el júbilo del<br />
reencuentro para aquellos a quienes la muerte separó.<br />
Es menester que vayamos al pueblo que carece de ideal, a los humildes<br />
y pequeños a los cuales el materialismo engañó, pues sólo supo desarrollar<br />
en ellos la avidez de placeres y los sentimientos de odio y de envidia;<br />
debemos ir a ellos llevándoles la enseñanza moral, la alta y pura doctrina<br />
que alumbra el porvenir y nos muestra cómo la justicia se consuma por<br />
medio de las vidas sucesivas.<br />
Todos los que, amando la justicia, la buscáis en el ámbito estrecho que<br />
vuestra mirada abarca, rara vez la encontráis en las obras del hombre, en las<br />
instituciones de este bajo mundo. Ensanchad, pues, vuestros horizontes:<br />
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