Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
que nosotros hemos tardado un par de milenios para rememorarlo.<br />
¿Dónde estábamos entonces? ¿Dónde estaremos<br />
en el futuro? Séneca nos contesta, «si la dicha<br />
mayor es no nacer, la más parecida, creo yo, es ser devueltos<br />
rápidamente a nuestro primitivo estado tras<br />
cumplir con una vida corta».<br />
Octavio y Marco Antonio se reunían en Brindisi para<br />
formalizar un pacto de paz. Mecenas acude en apoyo<br />
de Octavio, rodeado de la representación que considera<br />
mejor, la de sus poetas. Se sabe que la paz no fue muy<br />
duradera y todo acabó a favor del Emperador, pocos<br />
años después, en la batalla de Accio, en septiembre del<br />
31. En las Odas I-37 contó el triunfo de Octavio sobre<br />
Antonio y Cleopatra a quien magnificó por su heroica<br />
muerte voluntaria echando mano «de las ásperas serpientes<br />
para absorber en su cuerpo su veneno negro».<br />
¿Qué hicieron los poetas? ¿tuvieron tiempo para interpretar<br />
sus versos? La reunión política se llevó a cabo,<br />
finalmente, en tarento (taranto), la antigua taras fundada<br />
por los espartanos en el 708 antes de Cristo, en el<br />
golfo del mismo nombre, no en el mar Adriático sino en<br />
el Jónico.<br />
Largo escrito, largo viaje, más largo el nuestro todavía<br />
para lograr el dulce olvido de una vida agitada. En su testamento<br />
Mecenas dejó pedido a Octavio que se acordara<br />
de Horacio Flaco como de él mismo. ¿Quién pedirá<br />
por nosotros? ¿Quién intercederá por nosotros?<br />
Edición de la editorial Gredos preparada por J.L. Moralejo<br />
27