Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
ofreció porque habiendo podido encomendarse al dios<br />
para sanarse no lo hizo pues sabía que su condena no tenía<br />
curación. O quizá quería decirnos que la verdadera<br />
luz llega con la muerte y ésta es la definitiva curación, la<br />
verdadera resurrección. también Asclepio había muerto<br />
y resucitado, como luego lo hará Jesucristo. Asclepio no<br />
estaba solo, Epione era la mujer del dios e Higia su hija.<br />
¿Cuál es más dura, la enfermedad física o la del alma?<br />
Asclepio se dedicaba fundamentalmente a la primera. En<br />
la Ilíada, nos recuerda Kerényi, Macaón curaba las heridas<br />
de los combatientes –había otros médicos–, mientras<br />
su hermano Podalirio se dedicaba a las enfermedades invisibles,<br />
las del alma. Sólo eran curables las heridas del<br />
hombre, las heridas físicas, pero no el hombre mismo.<br />
Médicos y combatientes al final desaparecieron todos bajo<br />
las murallas de troya o bajo la larga sombra que cubrió<br />
también a los vencedores durante el resto de sus<br />
días. En el canto V y XI de la Ilíada se nos recuerda que<br />
también los dioses eran heridos y sufrían.<br />
Caminando por estos lugares veo que se está preparando<br />
una competición de canoas. En un quiosco compro<br />
el periódico La Reppublica que también sigo cada día<br />
en Madrid. Pasando rápidamente sus amplias hojas, leo<br />
una información sobre la escasez de médicos y enfermeros.<br />
Entonces pienso que nunca se dedicaría un reportaje<br />
a la falta de poetas y su inútil pensar. Sin embargo,<br />
Kerenyi, me recuerda que «el médico griego disponía de<br />
la ayuda de sus poetas, ayuda orientada al conocimiento<br />
54