You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
VIEJA CIMA<br />
El estupor los trenes de la víspera recogiendo<br />
los ojos dispersos en las praderas<br />
cuando el tren vuela y el silencio no<br />
puede seguir al tren que tiembla.<br />
tumbas dejadas junto a los raíles como dunas incipientes<br />
cuando rompe aguas el día del nacimiento<br />
y el Urubamba hace olas sobre los montes como un mar.<br />
Varada entre los conos níveos, en círculos de jade<br />
está tendida la ciudad<br />
irradiando rayos de luz como un pecho armado<br />
contra mi pecho armado.<br />
Y el río torrencial y juvenil que serpentea raudo<br />
va engastando, aserrando su piedra con mi hueso.<br />
¡Mi ciudad! ¡Mi omphalos! ¡Mi cusco!<br />
¡Oh figura esbelta presentida por entre la ceja de selva!<br />
¿El vagar de la huida terminó?<br />
Lloro pegado a tu almohada y mi croque<br />
nos confunde en la fraternidad de la piedra.<br />
te doy su nombre que nadie sabe, sino aquel que lo recibe.<br />
te ascendieron al cielo, al mar de nubes, al alba<br />
tan fresca y húmeda como las orquídeas acostadas a mi lado.<br />
te ascendieron hasta aquellos pájaros que vuelan y se posan,<br />
y vuelan cuando tú te levantas para ellos.<br />
Vieja Cima con su pico corvo,<br />
el collar blanco en el cuello<br />
67<br />
CéSAR MORO