de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...
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sos en la <strong>de</strong>strucción que su oficio<br />
implica, como ineptos para toda tarea<br />
constructiva, sobre todo la <strong>de</strong> la<br />
Patria y <strong>de</strong> sus instituciones .<br />
Y, sin embargo, <strong>de</strong> esos odios<br />
personales y <strong>de</strong> las tenebrosas intrigas<br />
que producen , la nación ha sido<br />
siempre la víctima, y por lo visto,<br />
seguirá siéndolo.<br />
Lo más triste es que ese general<br />
que preten<strong>de</strong> usar las annas que la<br />
Patria le ha confiado, para saciar sus<br />
pasioncillas, no es un "chinaco"<br />
cualquiera sino un hijo <strong>de</strong>l Colegio<br />
Militar <strong>de</strong> Chapultepec, ¡a don<strong>de</strong> los<br />
gloriosos fantasmas <strong>de</strong> Escutia, Melgar<br />
y <strong>de</strong>más juveniles héroes <strong>de</strong>berían<br />
inspirar actos dignos <strong>de</strong> su paradigma<br />
inmortal!<br />
¡Dichosos los pueblos que, como<br />
el japonés, sobre todas las virtu<strong>de</strong>s<br />
viriles colocan la lealtad y <strong>de</strong> ella<br />
<strong>de</strong>rivan su maravillosa fuerza '<br />
El libro más popular y m ás educativo<br />
<strong>de</strong>l Japón, el Chiushingura<br />
(Los 47 caballeros vengadores), una<br />
especie <strong>de</strong> Biblia cívica, no es, en<br />
efecto, sino la Epopeya <strong>de</strong> la Lealtad.<br />
y por el simple culto a esa<br />
virtud es el Imperio <strong>de</strong>l Sol Levante<br />
uno <strong>de</strong> los países más homogéneos<br />
y más fu ertes en la historia <strong>de</strong>l<br />
mundo. En cambio a nosotros nada<br />
nos ha <strong>de</strong>bilitado tanto como esa<br />
<strong>de</strong>slealtad que sacrifica los más altos<br />
intereses patrios por satisfacer<br />
íntimos m óviles personales o <strong>de</strong><br />
partido . . . La historia nuestra abunda<br />
en esos tristes ejemplos que no<br />
será extraño se reproduzcan <strong>de</strong> complicarse<br />
la situación internacional .<br />
Los zapatistas están en Tepepan,<br />
según un grupo <strong>de</strong> gentes que viniendo<br />
<strong>de</strong> allá, pasan por la calzada<br />
y se <strong>de</strong>tienen a hablar con Santa<br />
María, el maestro albañil . Dicen<br />
que las hordas van pasando pacíficam<br />
ente , en tránsito hacia México<br />
y que se hacen prece<strong>de</strong>r <strong>de</strong> correos<br />
que dicen a los vecinos <strong>de</strong> los pueblos<br />
<strong>de</strong>l trayecto que no se alannen ,<br />
que van <strong>de</strong> paz y que sólo <strong>de</strong>sean<br />
que se les dé que comer .<br />
En previsión <strong>de</strong> la llegada <strong>de</strong> los<br />
zapatistas y com o ingenuo arbitrio<br />
<strong>de</strong> <strong>de</strong>fensa, mis vecinos, el senador<br />
Bracho y su familia, han quitado las<br />
cortinas <strong>de</strong> sus balcones y puesto<br />
gran<strong>de</strong>s letreros: "Se alquila".<br />
Calma un tanto la alanna causada<br />
por el avance <strong>de</strong> los surianos el<br />
<strong>de</strong>sfil e por la calzada <strong>de</strong> Churubusco<br />
<strong>de</strong> un numeroso piquete, casi un<br />
escuadrón <strong>de</strong> gendannería montada,<br />
muy bien equipado en annas y<br />
montaduras y en correcta fonnación.<br />
Un muchacho les pregunta a<br />
dón<strong>de</strong> van y uno <strong>de</strong> ellos contesta:<br />
- Pos dón<strong>de</strong> ha <strong>de</strong> ser. ¡ al<br />
baile!<br />
Y otro, irguiéndose sobre los estribos<br />
y volviendo el rostro, grita al<br />
pasar fanfarrón y jovial:<br />
- ¡Vamos al baile, verás qué<br />
bonito!<br />
Esto lo dice cantando y <strong>de</strong>spués<br />
hosco <strong>de</strong>clara:<br />
-¡A echarle s lumbre a los<br />
"pintos'"<br />
Me habla por teléfono, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> México,<br />
Fernando Galván: me dice que<br />
está herido en una mano por un casco<br />
<strong>de</strong> metralla: que en Veracruz han<br />
fon<strong>de</strong>ado dos flotillas, una francesa<br />
y otra am ericana; que <strong>de</strong> ésta trescientos<br />
hombres, sin armas, vendrán<br />
a custodiar la legación; que el<br />
Gobierno prepara para las 2 a. m . un<br />
supremo y vigoroso ataque cont;'a<br />
la Ciuda<strong>de</strong>la .<br />
Lunes 17. Como estuve leyendo<br />
en el estudio hasta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> m edia<br />
noche, me levanto a las 9 a.m .<br />
La criada que m e sirve el <strong>de</strong>sayuno<br />
me dice que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las 7 se han estado<br />
oyendo algunos cañonazos; pero<br />
en estos momentos no se oye absolutamente<br />
nada ..<br />
10:40 a.m. Terrible cañoneo. Detonaciones<br />
cuya vastísima sonoridad<br />
hace presumir que hayan entrado<br />
en juego cañones <strong>de</strong> mayor<br />
calibre.<br />
Después <strong>de</strong> las 12 tele fonea don<br />
Pancho Asúnsolo, que como nada<br />
sabe, nada pue<strong>de</strong> noticianne . Sólo<br />
me confia sus temores <strong>de</strong> complicaciones<br />
<strong>de</strong> toda especie y que cree<br />
probable que algo haya sucedido en<br />
su hacienda cerca <strong>de</strong> Teotihuacán ,<br />
pues nada saben <strong>de</strong> su hennano .<br />
Martes 18. Cañoneo intennitente<br />
que arrecia a las 1l.30 y fi nali za<br />
cerca <strong>de</strong> las 4. Alguien cree distinguir<br />
vago rumor com o <strong>de</strong> repiques<br />
vinie ndo <strong>de</strong> la ciudad. Mi vecino<br />
Bracho m e envía un periodiquillo,<br />
El Artesano, en que se dan vagas noticias<br />
<strong>de</strong> ventajas obtenidas por el<br />
Gobie rno y la seguridad <strong>de</strong> que su<br />
triunfo <strong>de</strong>finiti vo está próximo. Pero<br />
a las 7 p.m ., al sentarnos a la m esa<br />
para cenar, el japonés Inokuchi<br />
llama a mi cri ado Wanda por el teléfono,<br />
que está en la pieza próxim<br />
a, y sostiene una viva con versación<br />
en su idiom a, en la que di stingo<br />
por lo que Wanda acl ara y<br />
comenta, cosas alannantes. Este dice,<br />
por ejemplo, como <strong>de</strong>seoso <strong>de</strong><br />
ratificar:<br />
- ¿Félix Díaz Banzai, Praza nl makoto<br />
<strong>de</strong>ska ><br />
(¿Vivas a Félix Díaz en la Plaza<br />
. es posible? .)<br />
Por fin Wanda cuelga la bocina y<br />
adivinando mi an siedad se apresura<br />
a explicanne.<br />
Su paisano y amigo Inokuchi, que<br />
acaba <strong>de</strong> llegar <strong>de</strong> la m etrópoli , se<br />
encontró la Plaza <strong>de</strong> Annas llena <strong>de</strong><br />
una inmensa muchedumbre que vitoreaba<br />
a Félix Díaz. Oyó también<br />
<strong>de</strong>cir que Ma<strong>de</strong>ro está preso y otras<br />
cosas más que quizás mal interpretadas<br />
por los japoneses me parecen<br />
incoherentes o increíbles .<br />
Pero más tar<strong>de</strong> se confinna la repugnante<br />
noticia ratificando lo que,<br />
insinuado en la conversación tele-<br />
Biblioteca <strong>de</strong> M éxico<br />
19<br />
A los dos años y medio.<br />
fónica <strong>de</strong> los japoneses, m e pareció<br />
in verosímil. Huerta y Blanquet, en<br />
quienes Ma<strong>de</strong>ro había confiado lo<br />
han reducido a prisión junto con Pino<br />
Suárez . . . ¿Qué vendrá <strong>de</strong>spués?<br />
¿Hasta qué punto llegarán estas tragedias<br />
progresivas e insensatas que<br />
preten<strong>de</strong>n sal var a una nación mal<br />
gobernada y no son en el fondo sino<br />
el solapado arbitrio <strong>de</strong> los señores<br />
militares para servirse el banquete<br />
<strong>de</strong> su famélica ambición sobre<br />
la sangre <strong>de</strong>l puebl o asesinado?<br />
Mié rcoles 19. Fui a México en<br />
auto con el señor Eduardo González,<br />
que al venne frente al Sanatorio<br />
<strong>de</strong> Urrutia me habla por mi nombre<br />
y al saber que tengo urgencia <strong>de</strong><br />
ir a México y no hallo cómo hacerlo,<br />
se ofrece amablem ente a llevarm<br />
e en su pequeño Cadillac. Cerca<br />
<strong>de</strong> San Antonio Abad vemos unos<br />
cuartos ahumados que, según dicen<br />
, incendió una granada y m ás<br />
a<strong>de</strong>lante unos caballos muertos ro<strong>de</strong>ados<br />
<strong>de</strong> perros hoscos y eri zados<br />
como lobos. Ya <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la ciudad<br />
me tranquilizo al ver que el bombar<strong>de</strong>o<br />
<strong>de</strong> diez días no ha <strong>de</strong>jado no sólo<br />
ruinas como los alannistas pretendieran,<br />
pe ro ni siquie ra huellas<br />
<strong>de</strong>m asiado visibl es. Des<strong>de</strong> la Plaza<br />
<strong>de</strong> Annas hasta las calles <strong>de</strong> Colón ,<br />
sólo fijándose mucho se notan en<br />
los muros señales <strong>de</strong> proyectiles:<br />
cribas <strong>de</strong> ametralladoras; impactos<br />
<strong>de</strong> granadas como boquetes; ángulos<br />
<strong>de</strong> pared y pretiles <strong>de</strong> azotea <strong>de</strong>strozados.<br />
Al pie <strong>de</strong> la estatua <strong>de</strong> Carlos<br />
IV un grupo <strong>de</strong> curiosos se inclina<br />
como buscando algo y cuando<br />
una pareja <strong>de</strong> gendannes los dispersa,<br />
se mira en el suelo una gran<br />
mancha oscura que alguien asegura<br />
ser sangre <strong>de</strong> dos "paisanos" fusilados<br />
la vispera.<br />
Pero en verdad sorpren<strong>de</strong> que los