de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...
de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...
de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
,<br />
Don GIovannl (tunero lallllOlldl) brinda por la. muiere. y el vino frente a Donno Elvlro (KlrI Te Kanawa).<br />
don <strong>Juan</strong> le tocan aquel l/Non piu andrai" con que<br />
en la ópera anterior Fígaro había celebrado la marcha<br />
forzada <strong>de</strong> Cherubino al ejército, feliz al saber<br />
que no volverá a tropezar con él por una larga temporada:<br />
Non piu andrai, farfallone amoroso,<br />
Notte e giorno d'interno girando,<br />
Delle belle turbando il riposo,<br />
Narcisetto, Adoncino d'amor.<br />
El final <strong>de</strong> don <strong>Juan</strong> está próximo. Lo espera el<br />
infierno, no los campos <strong>de</strong> batalla, y por eso la tonada<br />
adquiere ahí un sesgo macabro. Nunca más volverá<br />
a turbar el reposo <strong>de</strong> las bellas <strong>de</strong>l mundo aquel<br />
machito Adonis. Feliz con tu <strong>de</strong>scubrimiento, llegaste<br />
a casa dispuesto a trabajar en un pequeño ensayo<br />
sobre esa relación simbiótica entre Cherubino y don<br />
<strong>Juan</strong>, oíste ambas óperas libreto en mano, abriste luego<br />
el libro <strong>de</strong> Eric Blom, buscaste el capítulo <strong>de</strong>dicado<br />
a Las bodas <strong>de</strong> Fígaro, y el primer párrafo en que<br />
tus ojos se fijaron <strong>de</strong>cía: Cherubino points two ways.<br />
He is at once the adolescent Don <strong>Juan</strong> and. Cerraste<br />
el libro, <strong>de</strong>scorazonado. ¡Eterno <strong>de</strong>scubridor <strong>de</strong><br />
Mediterráneos! Por supuesto perdiste todo entusiasmo<br />
en trabajar sobre el tema.<br />
xxv<br />
Leíste en algún lado que una representación perfecta<br />
<strong>de</strong> Don Giovanni es imposible. Por una u otra razón,<br />
ninguna versión ha logrado satisfacer <strong>de</strong>l todo a sus<br />
<strong>de</strong>votos. Ciertos estudiosos, por facilidad tal vez, atribuyen<br />
ese hecho a las anomalías <strong>de</strong>l libreto. Dicen<br />
que da Ponte acumuló <strong>de</strong> un modo mecánico las escenas,<br />
las que no fluyen con la misma naturalidad<br />
que en Las bodas <strong>de</strong> Fígaro. Te parece que da Ponte<br />
somete a los personajes <strong>de</strong> Don Giovanni, más que<br />
a los <strong>de</strong> sus otras piezas, a los cánones <strong>de</strong> la Comedia<br />
<strong>de</strong>l Arte, que, por estrechos, les resultaron una<br />
verda<strong>de</strong>ra prisión. Don <strong>Juan</strong> <strong>de</strong>berá repetir en cada<br />
escena sus cabriolas <strong>de</strong> gallito en brama. Doña Anna<br />
encarnará siempre el orgullo vejado y la sed <strong>de</strong><br />
Biblioteca <strong>de</strong> México<br />
70<br />
venganza; Leporello no <strong>de</strong>jará nunca <strong>de</strong> ser untuoso,<br />
cobar<strong>de</strong> y servil; don Octavio se conformará con<br />
ser el leal enamorado <strong>de</strong> la obra; doña Elvira, el dolor<br />
<strong>de</strong> la pasión escarnecida. Massetto y Zerlina, rústicos,<br />
se comportarán como todos los rústicos <strong>de</strong> su<br />
siglo. Y esas siete alegorías andantes transitarán la<br />
escena, se encontrarán y <strong>de</strong>saparecerán, integrarán<br />
dúos, tercetos, cuartetos, quintetos, sin que sus frases<br />
ofrezcan ninguna variación al concepto que encarnan.<br />
Pero entonces, ¡y <strong>de</strong> ahí que Don Giovanni<br />
sea la obra maestra que es!, la música <strong>de</strong> Mozart se<br />
toma la revancha y puebla <strong>de</strong> ambigüedad, <strong>de</strong> enigmas,<br />
<strong>de</strong> contrasentidos, la conducta <strong>de</strong> esos personajes<br />
en apariencia <strong>de</strong> palo. En los momentos <strong>de</strong><br />
mayor patetismo o <strong>de</strong> gran solemnidad irrumpe sorpresivamente<br />
un acor<strong>de</strong> burlón; cuando se espera<br />
una melodía humorística nos ofrece en cambio otra<br />
<strong>de</strong> un lirismo arrebatado. Yeso hace que el personaje<br />
se transforme, se vuelva esférico, se cargue <strong>de</strong><br />
sentidos, y que al auditorio 10 abrumen las dudas.<br />
¿Es que doña Anna <strong>de</strong>sea en realidad vengarse <strong>de</strong><br />
don <strong>Juan</strong> por haber asesinado a su padre? ¿No será<br />
por haberse marchado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertarla a los<br />
sentidos con una violencia que el pusilánime don Octavio<br />
ni siquiera es capaz <strong>de</strong> imaginar? ¿Y qué hay<br />
con el tiempo? Nunca sabremos si la acción está regida<br />
por un tiempo semejante al nuestro, o si ocurre<br />
en un espacio carente <strong>de</strong> tal. ¿En un tiempo sin<br />
tiempo? ¿Se inicia acaso la obra al romper el alba<br />
para concluir en la noche <strong>de</strong>l mismo día, o bien, en<br />
algún momento <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse que Cronos ha dado<br />
tajos a mansalva y entre escena y escena han pasado<br />
algunos días? En el caso <strong>de</strong> que la primera suposición<br />
fuera acertada, como a ti te parece, ¿a qué<br />
horas, entonces, sepultaron al Comendador y levantaron<br />
su estatua? Se lo preguntas a un all}igo, que<br />
acaba <strong>de</strong> entrar en el estudio, y él te respon<strong>de</strong> con<br />
sonrisa burlona que es absurdo mantener tales escrúpulos<br />
y exigencias con la ópera. Es un género que<br />
uno ama o aborrece, refractario a toda explicación.<br />
Que por ese camino se acabaría por tratar <strong>de</strong> encontrarle<br />
lógica hasta a La forza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino. ¡Y a fin <strong>de</strong><br />
no discutir . .. !