09.05.2013 Views

de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

de José Juan Tablada - Dirección General de Bibliotecas - Consejo ...

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Andrómaca,' pues ella es una figura<br />

literaria antes que el símbolo <strong>de</strong><br />

otra persona como tal. Pero la memoria<br />

<strong>de</strong> lo real, el reconocimiento<br />

<strong>de</strong> su verdad específica jamás cesa<br />

<strong>de</strong> crecer en Bau<strong>de</strong>laire , y la imagen<br />

(por supuesto, es aún sólo una<br />

imagen) <strong>de</strong> ese cisne <strong>de</strong>samparado<br />

y <strong>de</strong>sesperado, luego <strong>de</strong> la mujer<br />

negra viviendo en el exilio, resulta<br />

<strong>de</strong> hecho en que el texto, aunque<br />

pennanece idéntico, <strong>de</strong>spi<strong>de</strong> sin<br />

embargo un resplandor: esa intuición,<br />

esas iluminaciones fortuitas,<br />

esa sabiduría religiosa, que trascien<strong>de</strong>n<br />

los sistemas <strong>de</strong> representación<br />

y mito, son en sí mismos una suerte<br />

<strong>de</strong> texto. La interrupción está ya<br />

presente en el acto <strong>de</strong> la creación.<br />

Ocurre en el momento en que el<br />

poema se libera a sí mismo <strong>de</strong>l sistema<br />

<strong>de</strong> sus significaciones, que no<br />

eran otra cosa que estructuras atemporales,<br />

ahora se ven a sí mismas<br />

confrontadas y <strong>de</strong>bido a eso adquiere<br />

sentido: hasta el grado que esas<br />

significaciones, que no eran otra cosa<br />

que estructuras efímeras, ahora<br />

• Andrómaca, esposa <strong>de</strong> Héctor (La<br />

flíada ). (T.).<br />

San Jer6nlmo, por Alberto Durero.<br />

se ven confrontadas a su finitud, expuestas<br />

al tiempo, reclamadas por<br />

otra clase <strong>de</strong> necesida<strong>de</strong>s. Es en realidad<br />

como si las palabras estuvieran<br />

conectadas a la corriente eléctrica,<br />

y que por la gracia <strong>de</strong> esa<br />

energía se transfonnaran gradualm<br />

ente en miles <strong>de</strong> luces.<br />

En otras palabras, la interrupción<br />

es un punto <strong>de</strong> partida, el origen genuino<br />

<strong>de</strong> lo que hay en una obra <strong>de</strong><br />

propiamente poético, el intervalo<br />

don<strong>de</strong> , por otra parte, se inició <strong>de</strong><br />

una vez y para siempre la escritura,<br />

esa otra hechura <strong>de</strong> la actividad<br />

<strong>de</strong>l inconsciente. Y experimentada<br />

<strong>de</strong> nuevo por el lector, en algún mom<br />

ento <strong>de</strong> su encuentro con el poema,<br />

la interrupción es por tanto el<br />

acto que le permite al lector encontrar,<br />

poéticamente hablando, su propia<br />

relación con la poesía -y correspon<strong>de</strong>r,<br />

acentuémoslo <strong>de</strong> paso, a la<br />

esperanza que habita en el espíritu<br />

<strong>de</strong>l texto <strong>de</strong>l poema. Dado que cada<br />

poema es un acto lleno <strong>de</strong> esperanza<br />

en "mon semblable, mon frere" ,<br />

como <strong>de</strong>cía Bau<strong>de</strong>laire <strong>de</strong> su lector,<br />

¿no se convertirá este mismo lector<br />

a la verdad <strong>de</strong> la finitud? - ¿Por qué,<br />

podríamos preguntar, alguna metá-<br />

Biblioteca <strong>de</strong> México<br />

6<br />

fora resulta en ocasiones "oscura"?<br />

¿ y por qué se nos escapa, por completo<br />

o en parte, el vínculo que une<br />

a las cosas comparadas? Nos suce<strong>de</strong><br />

porque en el texto quedó sin explicar<br />

algún aspecto <strong>de</strong>l conocimiento<br />

que tiene el poeta <strong>de</strong> las cosas<br />

que compara. A los lectores se<br />

nos rehúsan las asociaciones que teje<br />

el poeta, aunque esas asociaciones<br />

no añadan algo imprescindible<br />

sobre sí mismas. Con todo, ese encubrimiento<br />

no significa por añadidura<br />

que el poeta se autocomplazca<br />

en un soliloquio. Suce<strong>de</strong> justamente<br />

lo contrario. El poeta confía<br />

en que las palabras nos permitirán<br />

vislumbrar esa plenitud que no pue<strong>de</strong>n<br />

<strong>de</strong>scubrirnos ni la <strong>de</strong>scripción<br />

ni la fónnula; y por consiguiente, si<br />

el poeta escribe e incluso publica,<br />

es porque confía en que el lector<br />

<strong>de</strong>scubrirá en su propia experiencia<br />

las cosas que el poeta, a su vez, ha<br />

intuido que podía revelarnos sin<br />

nombrarlas: para acce<strong>de</strong>r a la más<br />

refinada riqueza para <strong>de</strong>signar, el<br />

poeta pi<strong>de</strong> ser comprendido a <strong>de</strong>mi<br />

mot, sutilmente. ¿Pero no significa<br />

esto en consecuencia pedirle también<br />

al lector que se aparte <strong>de</strong> ciertos<br />

aspectos <strong>de</strong>l texto -esos orígenes<br />

que tiene el texto en el linaje<br />

<strong>de</strong>l autor, parcialmente inteligibles-<br />

para beneficio <strong>de</strong> su propia<br />

experiencia vital? ¿No significa esto<br />

confiar en que los lectores volverán<br />

al texto con la perspectiva, y<br />

con el apremio, <strong>de</strong> esa dialéctica <strong>de</strong><br />

la ruptura?<br />

Es el propio poeta, entonces,<br />

quien confía en que el lector, en<br />

ciertos momentos, <strong>de</strong>je <strong>de</strong> leerlo. Y<br />

es por cierto esta expectativa, ca mpletamentejustificada,<br />

la que vuelve<br />

pausible la poesía que aspira a la<br />

celebración, es <strong>de</strong>cir, que certifica<br />

una calidad, un vigor -sin que pueda<br />

obviamente <strong>de</strong>mostrar nada- y<br />

habla por consiguiente <strong>de</strong> su objeto<br />

<strong>de</strong> un modo a un tiempo alusivo<br />

y apasionado. Es sólo porque está<br />

preparado para abandonar el texto<br />

que el lector experimenta <strong>de</strong> nuevo<br />

su proposición fundamental: admitir<br />

que ha surgido en la experiencia<br />

<strong>de</strong>l poeta algo completamente<br />

real. Pero por esa razón, el lector hace<br />

algo adicional puesto que ofrece<br />

al poeta un motivo más para confiar<br />

en que el lector <strong>de</strong>sertará <strong>de</strong>l libro.<br />

Celebración significa siempre, en<br />

efecto, sustituir alguna representación,<br />

encauzada y <strong>de</strong>limitada por la<br />

escritura, por la genuina experiencia<br />

<strong>de</strong>l Único. La Grecia <strong>de</strong> Hbl<strong>de</strong>r­<br />

!in es sólo un mito romántico; la<br />

"tierra incomparablemente ver<strong>de</strong>,<br />

dulce y fúnebre" <strong>de</strong>l gran poema <strong>de</strong><br />

Jouve 2 es sólo una "puerta <strong>de</strong>l can-<br />

2. Alu<strong>de</strong> a una línea <strong>de</strong>l poema "La<br />

Femme naire" <strong>de</strong> Pierre Jean Jouve, <strong>de</strong><br />

su libro Sueur <strong>de</strong> sang, Oeuvre, ed. por<br />

Jean Starobinski, 2 vols. (París, 1987),<br />

1: 239. (T)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!