1 - Universidad de Sevilla

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-NOCTURNO
OCHE de verano. Cielo bajo ; un garabato de luna—
cuernos al oriente—, como prevenido para embestir
al sol, cuando salga, y darle una cornada. Nubes en
vellones, azul y plata, altas y en reposo. Calma.
Lienzos de campánulas en enredadera y arbolitos
desmirriados, quietos, dormidos, silenciosos; tibio ambiente
azotado por los ruidos de la calle, todavía estrepitosa.
Cine al aire libre, en un jardín de merendero o de decoración de
teatro. Fina la arena, suelta y húmeda, estride bajo los pies que la
muelen.
Penumbra con estrellitas rojas que coronan las tapias del recinto;
penumbra espesa acuchillada por el cono de polvo blanco que va tallando
el bloque helado de la pantalla a tajos de sombra y luz. Discreto
oleaje melódico de un cuarteto de cuerda, sordo y lejano, que
arrulla la charla y acuna al sueño.
Mediana concurrencia repartida en parejas equidistantes. Parejas
ni enlazadas ni libres, y una de otra a la distancia propicia:
lejos para verse, cerca para oírse. Silencio sonoro, resonante de palabras
sueltas, de epígrafes repetidos a medio leer, de preguntas sin
respuesta, de exclamaciones, de agudezas, de bostezos... bordados
sobre el cañamazo de la musiquilla lejana, dulzona, siempre bailable.