1 - Universidad de Sevilla

68
C_osmopoll-s
clásicos tuviese albergue rostro de Isabel Ba- L A S A C T R 1 C E S JÓVENE S
BARRÓN
digno. Ese es el pecado rrón encubre a medias ANTE E L T E A T R O
que condenó a Tallaví una congoja remansaa
buscar en provincias el escenario que aquí se le negaba, y que da, y hay en sus ojos
también alcanza hoy a Enrique Borrás... El de obstinarse en ser
ellos mismos, siempre ellos mismos, cuando los demás no saben dpirleasteanctiiómnientos ante el bárbaro de angustias y fuerte que sabrían y ncreu en l
cambiarse en horrorizada
elpoeam aeindn'cainóunnzvziian--
ISABELITA
apenas quiénes son. El de
lenta, apasionada y viva
no abdicar de sus con-
de la obra del poeta de
vicciones, no doblegarse,
Italia.. .
no hacer alarde de flexi-
Pero Isabelita Barrón
bilidad que sirva para oculvive
encerrada en este latar
lo frágil de su envergadura...
berinto del teatro español
en que no negarse a las
Pero no en todos los
más puras inspiraciones
casos es posible esta fir-
acusa de petulancia, altameza
de ideal llevada a la
nería y vanidad. Y el ros-
práctica. De serlo, no
tro de heroína d'anunzzia-,
hubiéramos visto perderse
na ha de subordinar tam-
para siempre en la brubién
su expresión a la exma
de lo inaccesible tanpresión
de otras psicolotas
esperanzas.
gías menos intelectivas, menos
dramáticas, para copiar
el gesto desenfadado
y frívolo de la girl de esta
hora americana—aquí, como
en América—, que bajo
el típico indumento
pampero o bajo el vestido
de caballista andaluza,
como bajo el modelo de
París y sus copias, im-
Nace ahora una nueva
ante esta primera actriz
de tan expresivo sentido
dramático que es Isabelita
Barrón, educada espiritualmente
en nuestros
clásicos, empujada después
por su misma inquietud
hacia los más puros poemas
escénicos contemporáneos,
y ya en vuelo sobre
lo más moderno y
audaz del teatro del mundo.
De Calderón de la Barca
a Galdós, de Galdós a
Benavente, Isabelita Barrón
supo encontrar en
su talento de actriz el
matiz que exigía cada una
pone el americanismo cinematográfico
a que la
moda actual rinde vasallaje.
Y habrá que confiar
solamente en que todo el
sistema teatral español se
transforme, o esperar a
de sus interpretaciones. Del teatro europeo, su curiosidad se que un día pueda Isabel Barrón alzarse independientemente
dejó cautivar por Pirandello y Shaw, como por Chejov y Ba- con su verdad, la de su alma, la de su rostro y la de su senrrie;
pero es tal vez en D'Annunzio donde la más joven de sibilidad artística...
nuestras primeras actrices podrá encontrar mejor estrofa para
la melodía de su espiritualidad. En la risa y en el llanto, el
JosÉ ROMERO CUESTA