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1<br />
r<br />
por escenario la plaza <strong>de</strong>l Arco <strong>de</strong><br />
tuvo<br />
la Estrella. Entonces se <strong>de</strong>sbordó el entusiasmo;<br />
ahora, el dolor. Calculo que exce<strong>de</strong>rían<br />
<strong>de</strong> setecientas mil las personas, hombres y mujeres, viejos<br />
y jóvenes, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el potentado al mendicante, que pasaron por <strong>de</strong>-<br />
lante <strong>de</strong> los restos <strong>de</strong>l mariscal para rendir el último tributo visible<br />
<strong>de</strong> amor y gratitud.<br />
El sol, oculto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía varios días, lució<br />
espléndido ese domingo <strong>de</strong> las palmas, como si<br />
quisiera asociarse también al duelo nacional.<br />
El espectáculo era imponente, in<strong>de</strong>scriptible.<br />
El sordo rumor <strong>de</strong> la gente, sus palabras <strong>de</strong> pe-<br />
sar murmuradas, fueron la última oración gene-<br />
ral <strong>de</strong> este pueblo en presencia <strong>de</strong> su libertador,<br />
yacente.<br />
El <strong>de</strong>sfile duró todo el día. Tocóme a mí<br />
ir al lado <strong>de</strong> un viejecito impedido, a quien<br />
muchas veces hube <strong>de</strong> auxiliar para que no ca-<br />
yese cuando avanzaba una oleada <strong>de</strong> la muche-<br />
dumbre, el cual me <strong>de</strong>cía: «¡Vea usted si el<br />
<strong>de</strong>stino es cruel! Yace ahí inerte nuestro sal-<br />
vador, cúya vida era tan preciosa para Fran-<br />
cia, y en cambio yo, que <strong>de</strong> nada sirvo, que<br />
estoy solo en el mundo, porque los tres hijos<br />
que tenía ofrendaron sus vidas a la Patria, y<br />
lleno <strong>de</strong> achaques, aun puedo mirar al sol, con<br />
mis ochenta y seis años. ¡No es esto una sin-<br />
razón, Dios!» El viejecillo terminó sus palabras sollozando. Yo tuve<br />
que hacer un esfuerzo para no <strong>de</strong>jar salir las lágrimas ante aquel<br />
dolor sincero <strong>de</strong> un hombre a quien la guerra privó <strong>de</strong> sus hijos,<br />
y que aun tenía llanto en sus ojos para el vencedor <strong>de</strong>saparecido.<br />
Su amor patrio hacíale olvidar el <strong>de</strong> padre, y advertí en este ejemplo<br />
el sentir <strong>de</strong> todos los que <strong>de</strong>sfilaban con nosotros. Todos, induda-<br />
blemente, hubiesen dado su vida por salvar la <strong>de</strong>l mariscal.<br />
EL SOLDADO<br />
Cuando, en 1870,<br />
terminó con la vic-<br />
toria <strong>de</strong> las armas<br />
alemanas la gue-<br />
rra franco-prusiana,<br />
Foch, que se halla-<br />
ba en el colegio <strong>de</strong><br />
Saint Clement, <strong>de</strong><br />
Metz, haciendo los<br />
estudios preparato-<br />
rios <strong>de</strong> su carrera mi-<br />
litar, tuvo el dis-<br />
gusto <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r en<br />
aquella lucha san-<br />
grienta a uno <strong>de</strong><br />
sus mejores amigos.<br />
Ro<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> todos los<br />
Carta <strong>de</strong> París<br />
Al terminar la gran guerra.<br />
El mariscal Foch en su lecho mortuorio,<br />
Cosino-poli-s<br />
alumnos <strong>de</strong> curso, hizo esta promesa sagrada,<br />
la cual fué repetida a coro como<br />
una prez:<br />
«¡Feliz muerto! ¡Envidiamos tu martirio y sabremos vengarte!»<br />
Tr anscurridos casi cincuenta años, surgió Foch, enarbolando<br />
gloriosamente la ban<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> su venganza patriótica. Había sabido<br />
cumplir con su <strong>de</strong>ber.<br />
El mariscal era hijo <strong>de</strong>l secretario general<br />
<strong>de</strong> la Prefectura <strong>de</strong> los Altos Pirineos y vió<br />
la luz, el z <strong>de</strong> octubre <strong>de</strong>l 1851, en la ciudad<br />
<strong>de</strong> Tarbes. Iniciados sus estudios en su tierra<br />
natal, los continuó en el seminario <strong>de</strong> Polignac,<br />
<strong>de</strong> don<strong>de</strong> salió para el colegio <strong>de</strong> los jesuítas <strong>de</strong><br />
Saint Etienne. Sin embargo, las aspiraciones<br />
<strong>de</strong>l joven Foch tendían a la vida arriesgada <strong>de</strong><br />
las armas; por ello, una vez vencida la volun-<br />
tad paterna, ingresó en la Escuela <strong>de</strong> Saint<br />
Clement <strong>de</strong> Metz, <strong>de</strong> la cual pasó a la <strong>de</strong> Apli-<br />
cación <strong>de</strong> Fontainebleau. Salió <strong>de</strong> ella al-<br />
férez, en 1874, y cinco años <strong>de</strong>spués contrajo<br />
matrimonio con una ilustre dama <strong>de</strong> Bretaña,<br />
poseedora <strong>de</strong> un magnífico castillo y <strong>de</strong> alguna<br />
fortuna. En 1909 abandonó la Escuela <strong>de</strong><br />
Guerra, y fué ascendido a coronel tres años<br />
más tar<strong>de</strong>. Durante sus ocios escribió obras<br />
tan magníficas como Des principies <strong>de</strong> la gue-<br />
rre, publicada en 1903, y De la conduite <strong>de</strong><br />
la guerre, aparecida un año <strong>de</strong>spués.<br />
Elevado a jefe <strong>de</strong>l Estado Mayor <strong>de</strong>l V Cuerpo <strong>de</strong> Ejército en<br />
Orleáns, fué luego ascendido a general <strong>de</strong> brigada.<br />
Estalló la guerra europea. A Foch le sorprendió el conflicto en<br />
Traounfeunteniou, y salió apresuradarr ente para Nancy. Poco<br />
<strong>de</strong>spués se manifestaba un gran jefe <strong>de</strong> ejército. Los alemanes atacaban<br />
con furor. Toda la ly:talla giraba en torno al 9. 0 ejército, que<br />
mandaba el que ha-<br />
bía <strong>de</strong> ser primer ma-<br />
riscal <strong>de</strong> Francia. Su<br />
fría voluntad y su<br />
arte <strong>de</strong> imbuir a<br />
los <strong>de</strong>más su propia<br />
energía le permitió<br />
tornar la iniciativa<br />
en las operaciones.<br />
En 4 <strong>de</strong> octubre,<br />
el general Joffre en-<br />
vió a Foch al cuartel<br />
general <strong>de</strong> Castelnau<br />
con el título <strong>de</strong> ad-<br />
junto y con una mi-<br />
sión digna <strong>de</strong> su ge-<br />
nio organizador: la<br />
<strong>de</strong> coordinar la acción<br />
<strong>de</strong> todas las<br />
tropas francesas, in-<br />
,19,,404,<br />
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