1 - Universidad de Sevilla

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Cosmo-poLs
brosa semejanza con su último hijo,
es natural que tiren piedras,
horrorizados, contra esos lienzos en
que todo está roto por la necesidad de pensar, que ha expuesto en
el Jardín Botánico la Sociedad de Cursos y Conferencias.
* * *
«Las formas son eternas», es una frase hecha, deshecha. Las formas,
pertenecen a la vida antagónica de la eternidad.
Los pintores actuales meten en su cubilete unos elementos que
deben conocer a fondo: el dibujo, la perspectiva y los colores, con
las cosas que desconocen. Este conglomerado se rompe dentro del
cubilete agitado con fuerza. Luego se arroja el contenido sobre la
mesa, impaciente de asombrosas sorpresas.
A veces se logra un j5oker. Otras, no se liga. Hay que seguir agitando
el cubilete. Sólo a fuerza de tirar se logran los repoher.
Experiencia.
* * *
El movimiento actual turba los contornos de las cosas, que llegan
a las veces a romperse por sí mismos. El curioso pintor ha visto
muchas curvas seculares que se han quebrado en audaces zigzags, y
sigue sobre el lienzo la evolución que imprimen en las líneas el movimiento
de la vida y la inquietud de las cosas.
Curiosidad.
* * *
La fórmula del verdadero arte de todos los tiempos se compone
de: experiencia por curiosidad. Esta fué la fórmula de Leonardo,
que ha parido la moderna filosofía, la medicina actual, los grandes
trasatlánticos, la aviación, la mecánica, los aprovechamientos
hidroeléctricos y el hormigón armado.
Con la sonrisa de la Gioconda nace toda la literatura actual.
* * *
Experiencia por curiosidad, es también la fórmula del Arte
Nuevo.
Los artistas que vuelven la cabeza atrás, como la mujer de Lot,
son estatuas de sal.
* * *
Es preferible no ser nada, a ser una estatua de sal. Si no siempre
se puede ser Leonardo, se puede siempre osar.
El hombre digno de ser llamado actual hace experiencias repetidas
y curiosea una determinada serie de fenómenos. Los actuales
Leonardos no pueden ocuparse de la totalidad, porque hoy es tan
ancha la vida y tan coqueta, que se deja pellizcar por muchos y nadie
puede abrazarla, como Leonardo, total.
¡Qué lozana descendencia tuvo la pintura de Leonardo, llena de
novedad!
La escultura de Miguel-Ángel, qué engendros degenerados, hijos
de la perfección desenterrada y del mal francés!
* * *
«Hay el vestido; por tanto, ya no hay escultura» —escribe Stendhal
en 1815.
Los vestidos, los corsés, los sostenes, las fajas de goma y los
chalecos de fantasía han destrozado las formas eternas de la escultura.
El movimiento incesante, el deporte y el baño de sol, crean hoy
las movibles formas nuevas.
Fotos Marín.
CARTONES DE LEONARDO
Con virutas de bronce, Gargallo
viste la nueva escultura, de ágil
novedad.
* * *
Este arte de romper cosas para saber lo que tienen dentro y de
interior de las cosas que se rompen solas, es de una sorpren-
mirar el
dente fecundidad.
La vida nos ha roto casi todas las cosas bonitas que aprendimos
de niños y que no tenían nada dentro, como nuestros juguetes. En
cambio, otras cosas, al romperse, nos sorprenden con el descubrimiento
de que estaban llenas de nosotros.
Picasso, al romper su primera guitarra, comprendió que todas
las guitarras están llenas de Picasso.
* * *
Quien no encuentra nada suyo dentro de las cosas rotas, puede
irse a jugar con los sosos muñecos de la Humanidad.
Quien no vea sino despojos en los lienzos, que no juzgue la pintura
actual.
Sólo quien tiene algo suyo dentro de las cosas todas y le sugiera
algo suyo la imagen de lo que otros hallaron dentro de las cosas rotas,
sólo ése puede ver, sentir y hablar.
Una naranja, al abrirse, tiene cosas distintas para Cossío, para
Peinado y para Ángeles Ortiz.
Una camisa de mujer tiene dentro algo de Bores, aunque no tenga
dentro una mujer.
Las líneas y los planos tienen tangencias que son sólo de Benjamín
Palencia.
En los rincones de Oñate, Toledo y Sevilla y dentro de un paisaje
de otoño hay algo que es sólo de Olivares.
Y en todos los cuadros expuestos en el Pabellón de Carlos III del
Botánico hay mucho que es de cada espectador, sin haber sido
antes de ninguno de esos pintores actuales.
* * *
Haceos como niños, dijo Cristo. Y añade nuestro siglo: romped
vuestros juguetes.
«Rinovarse o morire», es la única frase corta que ha logrado en
su vida Gabriele D'Annunzio.
Hay que trabajar con los bolsillos llenos de las piedras que tiran
las estatuas de sal.
La vida está llena de cuadros negros y blancos, como la «naturaleza
muerta» de Juan Gris.
El camino está lleno de la penosa y alegre incertidumbre del
caminar.
Hay en España un grupo abierto como la rosa de todos los vientos,
y unas damas que son la sonrisa de la Sociedad de Cursos y Conferencias.
Agito con violencia mi cubilete lleno de todas estas cosas, y
caen sobre mi mesa unos cartones sin terminar.
Ningún perfume tan grato al recuerdo de aquel bastardo de un
señorito de pueblo y de una fregaplatos de la hostería del monte
Albano, que, al nacer, robó al valle su dulzura y a la montaña su
serena curiosidad, y es, rodeado de cartones sin terminar, una de las
raras sonrisas que la vida ha conseguido de la hermética boca de la
Humanidad.
ANTONIO BOTÍN POLANCO
Gargallo: Cabeza de muchacha
(bronce).